Mi amiga y nueva ocupante de mi mesa, Silvia Micolau, me invita a la presentación de los cinco nuevos títulos de la colección de Sd. Edicions, Productes de Mercat. Para la ocasión, adornan la mesa: El Vinagre, de Marta Carnicero, La Carxofa, de Veva, Mariona i Fina Barba Albós, El Nabiu Vermell, de Pierrette Chandelar, La Tripa i les Freixures, de Antoni Campins i el Pollastre, de Birgitta Sandbers. Como buena gourmet, fundadora de un grupo de gente que adora todo cuanto es excelso, sea tomate, caviar o vulgar garbanzo, Silvia da el pistoletazo de salida a este encuentro en la Librería Proa en la que cada autor explicará brevemente aquello que el lector encontrará en su libro.
Corroboro, oyéndolos a todos ellos, desde Antonio Campins a Marta Carnicero, que la cocina podrá ser un saber menor- ergo, imprescindible, M.V. Montalbán, dixit-, pero emana y esparce una sabiduría que atraviesa todos los otros saberes. Y lo hace, a diferencia de otras disciplinas, desde el placer y para el placer.

Marta Carnicero abre el turno y derrocha pasión por el vinagre, porque su conocimiento del mismo, su curiosidad gustativa, le permiten escribir de un producto, hasta hace muy poco, arrinconado como “actor secundario” para escabeches de subsistencia, en ese hijo bastardo de buen vino que reclama su trono cuando alcanza la mayoría de edad. Ha llegado el momento, pues, de conocerlos y apreciarlos y, cómo no, de sacar partido de todos ellos en nuestras cocinas.

Imagen: galliblog.

El trío de cocineras son amigas con corazón de hortaliza. Ellas han investigado el origen de esta planta que crece al abrigo de los deltas, han guisado montones de alcachofas con almejas, judías, pescado, carne…. Han teñido sus dedos de negro, han llenado inmensos cubos con hojas de alcachofa buscando el centro, han probado y rectificado hasta conseguir la cuadratura del círculo. ¿Cómo? Pura práctica, generosidad, paciencia…. Palabra de cocinera.
Imagendeco.es

No pudimos contar con Pierrette, aunque seguro que su libro será una cocina en el claro de un bosque. Diez recetas acompañarán su introducción a esta joya silvestre del verano.

Antoni Campins nos dio una lección de “immersión culinaria”, porque, quien tiene una cocina propia, tiene una identidad. Lengua-identidad-cocina. He aquí la santísima trinidad de todo buen gastrónomo. Y también una historia, la historia de un pueblo vista desde sus vísceras: de alimentos de dioses, a alimento humilde para saciar hambrunas, de desperdicio a producto versátil y sabroso como ninguno. Diez recetas más sobre la tripa ( callos) acompañarán este libro goloso.

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¿Y qué decir del pollo?, de Bresse, del Prat, capones de Villalba? Pues tal vez un montón de cosas que darían pie a la historia de la humanidad encerrada en un huevo. A Carpanta se le haría la boca agua….

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