Sí, ya sé. Puede que estés pensando que  es demasiado pronto para empezar a pensar en algo que, quizás, te resulte una lata insoportable.  Cada año sueñas con poder  hacer algún viaje  que te lleve lejos de esa acumulación de  comidas pantagruélicas, formales y familiares, pero ese momento nunca llega. Te entendemos. Los compromisos familiares, el presupuesto, los imprevistos en el hogar…Siempre hay algo que lo impide. Pero no empecemos siendo negativos: dale la vuelta a la situación, aprende de ella, disfrútala como una verdadera/o anfitrión y haz que todos recuerden esa comida como un momento mágico en el que la mesa se llenó de felicidad compartida gracias a ti.  Ese es el objetivo: la hospitalidad.

Como ya llevo más de 30 años metida en estos lances y tengo claro cuáles han sido mis aciertos y mis muchos errores,  voy a intentar resumir en diez puntos básicos aquello que debes evitar o mejorar, si no quieres que tus navidades se conviertan- otra vez- en un mal trago. Debes convencerte de que tú  eres el o la  artífice de esos pequeños milagros navideños, que no son otra cosa más que esa sensación de  bienestar  que tenemos cuando alguien nos abre su puerta. Vamos allá.

• Si crees, como hemos dicho antes, de que es demasiado pronto para empezar a organizarlo todo, te equivocas. Ese es tu primer error. A mí, personalmente, me encanta cocinar, pero reconozco que la Navidad sin previsión resulta  realmente estresante. El trabajo de quienes tenemos que organizar esas enormes  comidas familiares – amas de casa, principalmente -es un verdadero, esfuerzo equivalente al de cualquier cocinero profesional, o al del organizador de eventos de comunicación y márqueting.  Así que hazte un planning con los aspectos básicos   a desarrollar: número de personas, fechas, compras, recetas, limpieza de la casa, la cocina y el menaje, regalos, etc, etc.

• Prepara un timing aproximado para cada cosa.  Pon fechas tope para saber el número de invitados (con flexibilidad para un pequeño margen de error), que vendrán,  pero con respeto hacia el anfitrión, que la gente no crea que tu casa es un hotel. Pon normas desde el principio. Si  no tienes ayuda doméstica y vives en la Ciudad Condal, ya no tendrás problemas para encontrar servicios de limpieza en Barcelona que trabajen por horas. Nosotros hemos contactado en  varias ocasiones con Wayook y nos ha encantado el resultado de sus profesionales. Además trabajan para toda España. Recuerda que lo importante es que tú también disfrutes de las fiestas y de tu tiempo libre.

• Procura que el reparto de comidas y cenas sea equitativo entre todos los miembros del grupo, cada cual a su manera y sus posibilidades, pero no  dejes que te absorba injustamente  la  responsabilidad y el compromiso.

• Procura- si es posible- no mezclar personas incompatibles– amigos del colegio con suegros, ex maridos con abuelas bocazas, etc- y, si no puedes evitarlo, no saques a relucir temas “tabú”.  A cada frase maliciosa, haz un pase torero y usa el sentido del humor… y un buen vino:)

• Empieza a pensar en los menús que elaborarás y, a partir de ahí, compra con antelación. Más o menos en este orden. Primero, productos de despensa, aquello que puede soportar dos meses en un armario. Después, el congelador. Las carnes aguantan bien el frío y ahora salen mejor de precio. Por último, los productos frescos de último minuto. Si no quieres quedarte sin ellos, encarga a tu pescatero y verdulero de confianza. Ahórrate las colas del último día.

• No prepares ninguna receta que no esté   “testada” en otras ocasiones. Cocinar para un grupo numerosos no es lo mismo que hacerlo para cuatro que se sientan juntos cada día.  La creatividad y el afán por sorprender puede jugarte malas pasadas si no has practicado lo suficiente.  Sé realista y cocina lo que te sale bien.Personalmente, prefiero un par de aperitivos sencillos, un entrante suave   y un plato principal que se pueda cocinar con horas de antelación.

• Cuando hayas decidido el menú, haz un repaso de todo lo necesario en la cocina y la mesa. Todo ha de estar en perfecto estado de revista. Hay que hacer limpieza de cristalerías guardadas en armarios desde hace meses, sacar brillo a la cubertería, revisar y decidir qué mantelerías y servilletas usaremos- bien planchadas, obviamente-  y, en general, procurar que el orden y la limpieza luzcan en la sala y la cocina a pesar del trajín.  Eso te dará tranquilidad y seguridad. Recuerda que ahora es muy rápido y eficaz encontrar un buen servicio doméstico en Barcelona. 

• Piensa en los niños y los mayores, no todos tienen las mismas necesidades. Piensa en algún tipo de comida o dulce que les encante. Ellos son los protagonistas. Reserva un rincón, si puedes, para que los niños jueguen y abran sus juguetes mientras los adultos están en sus largas sobremesas. Y, por último, sé amable y comprensivo: alguien tendrá que beber menos para devolver a sus casas a aquellos que se cansen antes. Todos nos haremos mayores algún día:)

• Con tu compra hecha y tu menú organizado con antelación, puedes empezar a cocinar el día antes, la mañana antes, y, por la tarde, descansa, lee, relájate, ve a la peluquería, date un masaje… Te lo has ganado.

• . Busca ayuda profesional para la limpieza post vacacional: Debes conseguir que la normalidad vuelva a tu hogar lo antes posible para que tu sensación no sea la de haberlo convertido todo en un campo de batalla del que nadie se hace cargo. Para que las navidades sean perfectas, el día 8 de enero, en tu casa y en tu vida, debe reinar la calma.