Si buscáis este arroz entre las categorías de nuestro recetario lo encontraréis en el apartado «Arroces de domingo«, pero, en realidad, no se trata de ningún plato especial como para no disfrutar de él un día cualquiera.  Es más, nosotros lo hacemos entre semana porque nos encanta, cuando hace frío, tener un buen plato de cuchara a mano. Por otra parte, es una receta de lo más saludable, tiene todo cuanto un nutricionista os pediría que añadierais a vuestro menú semanal: verduras, pescado, cereal, huevo, hortalizas. ¿Qué más se puede pedir en un solo plato? Es un prodigio de la sabiduría gastronómica tradicional. Y encima es económico porque no necesitamos prepararlo con el morro de bacalao, que es la parte más cara, sino con aquellos restos menos lucidos- la penca, los laterales y las puntas-  para otras preparaciones, pero ideales para arroces, suquets, buñuelos, croquetas, esqueixadas, empedrats, guisos con legumbres. 

Croquetas de bacalao con gambas y harina de garbanzos

Esqueixada de bacalao con judías del ganxet

Esta última receta, Garbanzos de Cuaresma o garbanzos con espinacas y bacalao,  la tenemos pendiente de edición, pero quería mostraros la foto para tener un ejemplo más de lo que se puede llegar a aprovechar el bacalao, de principio a fin.

Dicho esto, pues, os animo a que disfrutéis de un buen plato de arroz, con cuchara, con sabor, con calma y, si puede ser, en buena compañía:) Ya nos contaréis.