Nos chiflan las sopas frías. Esta cocina que resistió un invierno más a golpe de caldos y cazuelas, pide a gritos un batido de color, como un vestido de fiesta mayor.
Frescos, sugerentes, llenos de vitaminas y minerales, hortalizas frescas y frutas, son un aporte seguro de nutrientes básicos durante el verano, pero también para los niños que desdeñan la fruta, los ancianos que se deshidratan con facilidad, las mujeres que buscamos la perfecta dieta antiaging , incluso las personas que sufren la horrorosa inapetencia de los tratamientos de quimioterapia.
Las sopas frías, tan variadas en nuestra gastronomía ( salmorejos, gazpachos, ajosblancos, etc), permiten jugar con gran cantidad de verduras, hortalizas y frutas. Son perfectas para quien sienten pereza ante una ensalada, puedes dejarla preparada con antelación para tomarla bien fría después de la playa o para aquella cena ligerita en la que no quieres caer en la tentación de los fritos, las tortillas ultracalóricas o las montañas de helado. Y, si caes de bruces en ella, al menos, un batido ligero o una buena sopa fría entre tanta caña y tanta patata brava, le hará un buen favor a tu hígado, a tus riñones y a tu piel.
Sopa fría de pan con tomate, jengibre y cerezas al anís
De berenjena blanca, calabacín y crujiente de jamón. Puedes tomarla fría, caliente o como más te guste:
De remolacha y avellanas, esta vez, en versión fría
De manzana y apio, bien frequita
Gazpacho con perlas de mozzarella, albahaca y aceitunas negras
Gazpacho con un toque de remolacha, mozzarella y hierbabuena
De aguacate y yogurt con tartare de salmón. Tan sencilla que sólo debes saber poner un botón en el vaso americano y tendrás una cena lista en diez minutos.
La clásica vichissoise, pero con fresones, espárragos trigueros y bombones de queso de cabra
De calabacín y menta con Tète de Moine
Yo he añadido un ingrediente más a estos tres batidos y a nuestra sopa fría por excelencia: el gazpacho. Acabo de descubrirlo y estoy como niña con zapatos nuevos. En Ingredíssimo hay tantas variedades que puedes convertir un plato, una sopa o un postre en una sorpresa, en algo distinto que te distinga a tí y a tu capacidad de hacer disfrutar a los comensales con tu cocina. Con un simple toque cambias el color, el sabor o la textura de algo inicialmente sencillo, le añade un toque de personalidad, un divertimento propio del buen tiempo.
Estas son mis recetas, pero las posibilidades son infinitas. Ya sabes: anota, prueba, mezcla y sé feliz.
Aj
marzo 31, 2016 @ 10:52
Verano a la vuelta de la esquina.
Ines Butrón
marzo 31, 2016 @ 16:10
Claro que sí. Hay que prepararse para el bikini, pero sobre todo estar bien nutrido.