Este bonito marinado es también una prueba de la nostalgia que provoca el fin del verano. Me gusta el otoño y, gastronómicamente hablando, es una de las estaciones más interesantes, pero… adiós pescado azul, adiós buenos tomates,  adiós a las comidas y cenas al aire libre, adiós días plácidos…

En fin, no sigo por este camino, que no es mi afán deprimir a nadie sino recordaros que se están acabando los bonitos de temporada,  por eso yo he terminado mi última receta con este fabuloso guerrero marino que tantas bocas ha alimentado en fresco o en conserva: un bonito marinado con una mezcla de hojas de lima kefir  que usé para los mejillones que encontrarás en este link ( por cierto, puedes congelarlas. Son muy caras como para dejar que se echen a perder), un poco de jengibre  fresco rallado , un chorrito de lima, unos granos de pimienta rosa  y aceite de sésamo o un buen AOVE. Tan fácil como sabroso. Si no tienes hojas de lima kéfir puedes usar citronella, o, simplemente,  laurel y listo, o cualquier otra hierba aromática que se te ocurra, no es necesario seguir los ingredientes al pie de la letra, pues yo, en definitiva, lo que hago es aprovechar lo que encuentro por mi nevera.

Al margen de esto, para acompañar este bonito marinado he empleado cuatro cosas que andaban pidiendo ya paso, tenía noodles de arroz y verduras: unos trigueros, pimiento rojo y verde y cebolla. Eso es todo y este es el resultado. En cualquier caso, conseguí que el pescado azul– absolutamente necesario- estuviera una vez más en mi mesa y todos comiéramos de una forma sana y equilibrada. Ya nos contarás cómo te ha ido a tí:) Buen provecho!