Tal vez a algunos les sorprenderá ver una ensalada de col lombarda como plato navideño, pero entre las tradiciones gastronómicas españolas también hay sitio para las verduras de invierno. La col rizada, Los cardos, las berzas, la col lombarda o  la coliflor aparecen en platos de zonas como Catalunya, Aragón, la Rioja, Galicia o  la comunidad de Madrid.

Todos tienen la misma función: completar las ollas, las cazuelas contundentes, los asados de carne – y su exceso de grasa-  y los pescados que nos vamos tomar estos días en grandes cantidades con las virtudes nutritivas de las verduras del invierno. Sabías que uno de los platos más frecuentes en el norte de la Península es el bacalao con coliflor, por ejemplo? Pues este plato humilde que se prepara casi con una simple ajada de aceite y pimentón fue una de las recetas más frecuentes en una época en la que el besugo no llegaba a la mayoría de las mesas españolas y el capón quedaba reservado a unos pocos.

Hoy recordamos a la típica ensalada de col lombarda que tanto gusta a los madrileños, pero que yo, sin embargo, aprendí a  apreciar muy jovencita en el sur de Francia. Es una col distinta, crujiente, de un precioso color morado y que, al revés, que en otras ensaladas, agradece que la aliñes con un poco de antelación para que vaya ablandándose e impregnándose de los sabores de su aliño. Te explicamos nuestra versión y ya nos contarás:)