Hoy vamos a hacer una pasta sencilla reconvertida en una gran plato gracias a tres ingredientes básicos: un buen pesto rojo, una pasta de tinta de calamar y el propio calamar. Pero, en este caso, además, hemos preparado este pesto rojo con un aceite muy especial que nos llega desde Olive Club: el club de los amantes de los mejores aceites de oliva de todo el mundo. Si entráis en su web, veréis cómo estos enamorados del oro líquido han ido recopilando los mejores aceites de todo el arco mediterráneo para que puedan llegar al consumidor de la manera más fácil.
La imagen pertenece a Gourmedia, creadores del elegante logo y el páckaging. Pero también se comercializan en bonitos packs de diferentes variedades. Son espectaculares como regalos que cualquier gourmet que sabe apreciar lo exclusivo.
Yo he escogido, en esta ocasión, tres variedades: el aceite griego koroneiki con el que voy a elaborar el pesto rojo por su delicado picante que le vendrá de maravilla a mi receta de pasta, un cornicabra de los Montes de Toledo, afrutado y aromático, que veréis en la próxima receta , y unos aceites monovarietales de oliva carrasqueña, un aceite de Jaen por el que siento especial y sentimental predilección, un aceite con verdadera personalidad.
En cualquier caso, pensé que un buen pesto, rojo o verde, necesitaba un aceite con cuerpo, porque en él iba sumergir mis tomates secos , el ajo, la albahaca y el romero durante bastantes días. Y con él, una vez colado, naturalmente, iba a preparar este pesto rojo.
Si os acordáis, no es la primera vez que usamos los pestos verde (genovés) o pesto rojo siciliano en nuestras recetas.
Espaguetti al peperoncino con pesto de piestachos
Bacalao confitado sobre espinacas y pesto rojo
En todas estas recetas, un buen aceite -para confitar, preparar la salsa base – marcará la diferencia entre un plato mediocre y otro perfecto.