Con los fideos ocurre lo mismo que con el arroz: una cazuela, más unos fideos y  cualquier cosa que quede por la nevera dan como resultado un plato improvisado y, casi siempre, espectacular. Nosotros solemos hacer mucho este tipo de cazuelas cuando empezamos la semana y no tenemos mucho producto fresco por casa o, simplemente,  cuando queremos aprovechar los restos de la nevera y la despensa.

En en este caso hay varios comodines que os aconsejo tener siempre a mano porque sirven para sacarnos  de  un apuro: fideos o arroz, un poco de costilla de cerdo cortada en trocitos pequeños ( para añadir a las legumbres, para guisos con patatas, arroces de montaña, platos de pasta, etc), unos tomates secos rehidratados con aceite de oliva, ajos y hierbas aromáticas ( sirven para un roto y un descosido: pizzas, tartines, cocas, ensaladas, tortillas, quiches, guisos de todo tipo), un buen fondo moreno que podéis tener congelado,  y, por supuesto, los básicos del sofrito: pimientos, cebollas, ajos y un poco de tomate fresco, en conserva casera  o concentrado. A partir de ahí, la imaginación al poder! La improvisación es la base de la cocina doméstica. Cada receta no es más que una sugerencia que cada uno moldea su manera, una partitura que se reinterpreta de mil formas distintas según nuestros gustos :

Fideos con conejo, habitas y ajos tiernos

Fideos a la cazuela con costillas y alcachofas

Hoy, os proponemos pues, este plato fácil y  tradicional con el que comeréis muy bien por muy poco presupuesto.: fideos a la cazuela con costilla, pimientos y tomates secos. Una manera de empezar la semana con energía. Espero que os guste:)