¿Pollo a la lavanda? Normalmente habrás probado esta flor azulona en cremas y otros productos de cosmética, la habrás usado en tratamientos de aromaterapia o la conocerás por sus usos medicinales. Esta preciosa flor, de efectos calmantes, desprende una fragancia inconfundible y es muy decorativa, está muy presente en los jardines durante el mes de mayo, pero la lavanda también es útil para condimentar algunos platos. Bizcochos, cremas y carnes blancas se ven potenciados con un sabor y aroma sutil que nos viene muy bien cuando queremos cocinar algo que no tenga una salsa muy pesada o que esté más acorde con nuestras apetecencias en estos meses previos al verano.
Tal vez en otra ocasión te presentemos otras de nuestras recetas con lavanda- de momento hemos preparado unas natillas que pronto verás-, pero hoy nos apetecía hacer este pollo tan simple y, a la vez, tan distinto. No nos queríamos perder la oportunidad de aprovechar nuestra planta, ahora que está en plena floración, y hemos pensado que podríamos guisar una carne blanca tan corriente y habitual en nuestra dieta dándole una pequeña vuelta, simple, pero original.
Por otra parte, sabeís que nos gusta emplear ingredientes de nuestra cocina mediterránea, como las hierbas aromáticas y los cítricos, para que veáis lo sencillo que resulta cambiar el sabor de los productos más humildes, comer muy bien con muy poco esfuerzo, a la par que mejoramos nuestra dieta y le damos un toque distinto a nuestros platos.
Espero que os guste y que os animéis a experimentar con hierbas y flores. Están en su mejor momento!