¿Os acordáis de cuando tirar el pan era pecado? Bien, pues ahora ya no os vais a condenar por ello, pero os vais a perder una infinidad de recetas que se pueden hacer con las sobras del pan.

Esta, como muchas de nuestras recetas, es de aprovechamiento, que no significa «receta- de-segunda- que- me- tengo- que- comer- porque- no me- queda- otro- remedio». Nada más lejos de la realidad. Una receta de aprovechamiento es aquella en la que ponemos a prueba nuestra creatividad, nuestro buen sentido crítico como cocineros y en la que mostramos las infinitas posibilidades  de los buenos alimentos. Son, por lo tanto, creaciones ingeniosas que han permanecido en los recetarios tradicionales como muestra del ingenio en la cocina, además, obviamente, de ser reflejo de una época en la que la comida tenía un valor porque escaseaba. Pero, insisto, olvida el estigma del hambre cuando «aproveches» lo que queda en tu nevera, piensa que les estás dando una nueva vida al producto, preparando cosas deliciosas a partir de pequeños restos,  que te estás convirtiendo en una buena/buen gestor de tu «pequeña empresa familiar» y de tu alimentación.

Con el pan, sobre todo cuando el pan es muy, muy bueno, no es que sea pecado tirarlo, es que es de género tonto:) Las sopas de pan no te gustan? Pues se hacen con pan duro. Y los gazpachos y los salmorejos? Idem de idem. Y qué me dices de unas torrijas o de un púding? Pues eso es lo que hemos hecho nosotros con este magnífico  pan de fermentación lenta MUM: un púding de pan con mascarpone y fresas. Un postre simple y muy nutritivo con el que vas a dar a los tuyos buenos huevos,  lácteos,  pan y una buena fruta. Cualquier niño ( y no tan niño) será feliz con este postre, que es todo amor en su versión más dulce:)