Hoy cocinamos redondo de cerdo, una carne muy tierna e infravalorada porque casi ha dejado de cocinarse, sobre todo en celebraciones especiales.

Y es que a estas alturas,  ya, quién más, quién menos, ha decidido ya su menú navideño..¿O no? Si no es así, déjame, entonces, que te proponga una última receta. Una receta fácil, bastante económica,  pero en la  que tendrás que invertir un poco de esfuerzo. Pero, !qué menos! en este blo lo verás en varias ocasiones:

Este plato es magnífico cuando se le pone un poco de mimo, porque el éxito de esta receta, de este redondo de cerdo o magro, carne localizada en el cuello del animal y, por tanto, jugosa y tierna,  está en  los pequeños detalles, todas esas guarniciones que tanto nos gustan y que, normalmente, no tenemos tiempo para preparar. En cambio, tiene la ventaja de que puedes hacerlo en varias partes, organizarte para que no te quedes corto de tiempo. La salsa, las patatas, las cebolletas, la carne, incluso, puedes dejarlas medio preparadas y acabarlas el último día. Yo lo he hecho así y queda perfecto.

Como siempre te digo, si no te gusta alguno de los ingredientes, puedes adaptarlo a tus gustos. Odias la mantequilla, pues hazlo con aceite; no te gusta el redondo de cerdo, compra un redondo de ternera, saldrá perfecto; no tienes Oporto, pero tienes un vino dulce de Jumilla, pues, genial, quedará ideal. Por lo demás, espero que resuelvas con ella alguna de tus celebraciones y que nos cuentes qué tal te ha ido:)