¿Por qué hacer en un día como hoy un postre con masa filo, nosotros que somos tan amantes de las tradiciones gastronómicas? Esto merece una explicación:
Domingo de Pascua. Seguro que te apetece un postre para la última comida de estas vacaciones bien merecidas, pero igual ya has comido demasiadas torrijas, leches fritas, pestiños, buñuelos, etc. Todos buenísimos, pero excesivamente calóricos, porque están bañados en aceite y azúcar en cantidades ingentes. Los postres de la tradición repostera española tienen esa característica: la fritura en abundante aceite de oliva por el pasan casi todas las masas de huevo y harina mezcladas con las especias, sobre todo , la canela y el ajonjoli o sésamo, los cítricos, la miel y el azúcar. Postres muy básicos que se comían una vez al año en una época en la que la gente gastaba muchas energías en trabajos muy duros.
Puesto que hoy en día esto ha cambiado radicalmente y a mí me gusta moderar el exceso de azúcar en nuestra dieta, te propongo una alternativa: hornear unos rollitos de masa filo y rellenarlas con manzana, uva, canela en polvo, cardamomo y algunas almendras picadas. Es decir, con mucha fruta.
La masa filo tuvo su momento de gloria hace unos años, cuando todo el mundo hacía mil aperitivos con ella, casi siempre fritos. Pero a nosotros, que no nos impostan demasiado las tendencias, nos sigue gustando su versatilidad, su textura crujiente, la facilidad con la que puedes preparar postres o entrantes sencillos y la cantidad de ingredientes que admite. Y sobre todo, no siempre tienen por qué estar fritos, al horno quedan maravillosamente bien.
Triangulos de pasta filo con pollo, pistachos y salsa de higos.
Te explicamos, pues, cómo hecho este sencillísimo postre con masa filo con el que nos despedimos de nuestras vacaciones de Semana Santa, aunque aquí aún nos quede recibir mañana a nuestro padrinos y a ese carísimo y horroroso pastel que llaman «La Mona». Qué le vamos a hacer!
Por 
