A medida que avance el calor, menos nos apetecerá meternos en la cocina, de modo que hay tener «comodines»,  recursos para improvisar platos simples y sabrosos.  Una de las cosas básicas que nunca faltan en verano en mi nevera son los cherrys confitados con hierbas aromáticas. Son la guinda de muchas recetas, redondean cosas sencillas- pizzas, tartines, bruchettas, ensaladas frías o tíbias,  son  guarniciones perfectas para carnes,  etc-  las llenan de sabor y puedes hacerlo con antelación y guardarlos durante unas semanas. Además, este aceite es reutilizable como aliño de cualquier cosa puesto que lleva todo un mundo de aromas y sabores.

Preparar unos cherrys confitados es tan sencillo como ponerlos en una cazuela, cubrirlos de buen aceite de oliva, ajos enteros y todas las hierbas aromáticas que os gusten. Dejamos que se hagan lentamente, durante unos 35 m. aproximadamente, sin que lleguen a hervir nunca para que no pierdan la bonita forma y se impregnen de todos los sabores de los ingredientes que les acompañan. Únicamente has de ver un leve burbujeo del aceite haciendo su función. A partir de ahí, la imaginación al poder!

Hoy os presentamos algo tan simple como una tostada de buen pan con un queso feta al que le acompañan nuestros cherry confitados. Puede ser una cena rápida o formar parte de un buffet frío para las verbenas que se avecinan.

Animaos a hacerlos porque les sacaréis mucho partido. Ya nos contaréis!

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