Mi colega y casi amigo, Pepe Iglesias, me envía su nuevo libro LA BODEGA EN CASA Y SUS MARIDAJES.(Asturias Gastronómica SL)

Yo tengo tanta fascinación  y respeto por el mundo del vino -esa  extraña mezcla entre paciencia, azar, ciencia  y arte-, que casi nunca me atrevo a meterme en camisa de once varas y dejo que sean los expertos quienes me aconsejen. El paladar, eso sí,  es mío e intransferible, y, aunque no tengo mucho olfato por culpa de una rinitis alérgica perenne, si no me gusta el caldo en cuestión,   no me lo tomo, así lo haya parido un Rioja, Penedès o Rias Baixas;  pues como bien recuerda Pepe Iglesias: sobre gustos, no hay disputas.

En este libro Pepe nos recuerda los grandes vinos españoles  divididos en blancos, tintos y rosados, las distintas D.O, y los diferentes subgrupos dentro de esta clasificación, pues la diversificación de estos últimos años es tanta que casi cada elaboración y cada comensal, por exigente que sea, encontraría en nuestro país una copita que llevarse  a la boca.

Por otro lado, Pepe huye como siempre de las lecciones magistrales y mantiene ese carácter de guía-orientador-cicerone por el mundo de las viñas, las bodegas, la buena compañía y la conversación que ha de provocar un buen caldo si de verdad se precia de serlo.

Un servidora que vivió una parte de la infancia entre albarizas,  chacinas ibéricas y pescao, agradece este tipo de trabajos, más que nada porque llega la Navidad y tengo el deber- con orgullo y satisfacción borbónica- de sentar en mi mesa a mucha gente, «seres queridos» y amigos, y maridar cada uno de mis platos lo mejor posible, si no quiero que las botellas den al traste con todo mi esfuerzo.

P.D. Además, por si esto fuera poco, teneis el  listado de recetas   de los platos que acompañan a cada vino  al final del libro. Si lo llego a saber,  por ejemplo, hoy me hubiera podido tomar una botellita de Pittacum (D.O: Bierzo) para acompañar el hígado de ternera encebollada que me acabo de meter entre pecho y espalda. Tomo nota:)