Querido hijo Antoñiño,
Espero que al recibo de la presente estés bien. Nosotros quedamos todos bien, a Dios gracias. Tu madre me pidió que te escribiera esta carta con las fotos que nos hizo Virxilio, el fotógrafo de Soutela, el día del bautizo de Luisiño, el pequeño de tu hermano Luís, que ya tiene tres criaturiñas y, si Dios quiere, mandará muchas más. Aunque muchos partieron a Suiza, como tú, o a Alemania, el pueblo sigue creciendo gracias as vacas y los buenos dineros que mandáis cada mes.
Casóse también Adelaida, la mayor de Benigno y montó una carnicería. El marido, Guardia Civil en Lalín, alicató las paredes blanquísimas, como en Madrid, y compró una báscula nuevecita. Adelaida trabaja mucho y vende buenos chorizos, zorza y lacones para as gentes de Soutela y otros pueblos.
El día del bautizo tu madre preparó una caldeirada con pescada, vivita la trajo de Pontevedra el marido de Adelaida y un buen lacón con grelos, como a ti te gustaba. Tu madre piensa mucho en ti, hijo, dice que la morriña no es buena y quiere enviar empanadas a Ginebra, pero yo le digo mujer, si Antoñiño comerá bien, que ellos tienen buenas vacas y quesos grandes como montes. Ella prepara filloas para as criaturas y xora y xora porque dice que tú te criastes con filloas con unto y azúcar, pan de centeno, cachelos y que de eso no hay en el extranjero.
Tu madre quiere que sepas que llegaron los francos para la lavadora. El agua del río le tenía los dedos retorcidos como alcayatas. Desde que hay electricidad en el pueblo, las mujeres andan alborozadas, oyendo la radio por las tardes en el hogar mientras cuecen castañas y roscos de vino. También compramos muitas bombillas en el mercado del sábado porque tu madre dice que la luz espanta a saudade.
Viste que linda la niña de Maricarmen con el vestidito que le cosió Rosaura. Clavadiña, clavadiña a su madre. El pueblo crece, filio meu; la guerra pasó, el hambre pasó y las xentes ya no lloran a sus muertos, sino los filios que quedaron lejos de Galicia.
Tu madre me pide que te envíe esta foto que Virxilio Vieitez le hizo con el transistor que tú le mandaste.
Un abrazo de tus padres que te quieren y no te olvidan.
Zeltia
mayo 6, 2011 @ 11:45
qué vou dicir!
estou emocionada.
atable
mayo 6, 2011 @ 13:19
Gracias Zeltia. Es Virxilio quien emociona.