Quizás ya lo sepáis, pero las primeras  latas se inventaron en la época napoleónica con el fin de que los ejércitos del emperador pudieran comer alimentos mejor conservados y durante más tiempo. Tanto en el campo de batalla como en la mar, los soldados morían de escorbuto y malnutrición debido a los largos periodos en los que escaseaba el producto fresco.  Y es que la conservación ha sido siempre uno de los problemas fundamentales del hombre después de encontrar alimento, tanto en la guerra como en la paz.

Al margen de esta pequeña nota histórica, una servidora es una incondicional de las buenas conservas ( en más de una ocasión les he dedicado artículos en este blog) . Paso horas rebuscando entre colmados y tiendas especializadas esas pequeñas joyas comestibles que van encerradas en pequeños cofres, como tesoros que sólo ven los que sepan apreciarlos. Algunas las colecciono porque soy incapaz de desprenderme de una latita preciosa con especias sapore di riso  que compré en Florencia, un pimentón de La Vera en un envase precioso que compré en Jarandilla,  o un paprika que traje desde Fauchon. Todo está en mi alacena como  el recuerdo de un hallazgo, de una emoción. Por eso, desde que me enteré de la existencia  de esta tienda, sabía que tenía que ir a verla.

Está en la calle Parlament, en pleno barrio de Sant Antoni. Un barrio, por cierto, de los más interesante desde el punto de vista gastronómico y en el que uno puede encontrar desde las nuevas o viejas bodegas que sirven los típicos vermuts, los brunchs más modernos, pero también los colmados con más solera, como Casa Petit o El jabalí ( ya os iré contando:) El día que abran el nuevo mercado, hecho a imagen y semejanza del proyecto original de 1882, será apoteósico. Pero, mientras tanto, las nuevas aperturas se suceden, como la panadería Festival des Pains, o esta maravillosa tienda dedicada al mundo de las latas gourmets y de diseño llamada Entre latas. 

Charlamos un poco con su propietaria, Paola Fornasaro,  sobre la idea de montar un negocio de este tipo, distinto en cuanto a su concepción de otros semejantes en los que, evidentemente, hay muy buen producto, pero ella busca un plus, ella quiere una «lata con belleza», porque Paola es diseñadora gráfica y sabe que el packaging es tremendamente importante en la presentación de la comida,. Un buen gourmet no acepta la calidad si no va envuelta como el producto se merece. De ahí que, un día, abandona la editorial en la que trabajaba y recorre lugares buscando esa lata única, sorprendente.

Me cuenta que sus primeras latas las comía en los viajes que hacía con sus padres a Croacia: una maravilla, una sorpresa diferente cada día. Pero, al margen de la emoción que le producen,  Paola sabe también de esa parte más pragmática de una buena conserva, de su utilidad como comida, preparada y lista, o de su capacidad de formar parte de los ingredientes de una buena receta.

Entre Latas  aglutina la gastronomía y el diseño,  ya que, cada vez más, se cuida el packaging de los productos de alimentación. Ahora existen verdaderas maravillas en conserva. La lata ya no se limita a las sardinas o a los berberechos para el vermut del domingo, en este momento puedes encontrar casi todo en este formato, autenticas  delicatessen dignas del mejor restaurante, desde platos preparados nacionales e internacionales a mezclas de marisco y especias, a combinaciones de productos y sabores de lo más atrevido. Si a esto le añades la comodidad del “abre y come”, la del formato apilable (fácil de guardar en lugares pequeños) más el hecho de que ese tipo de conserva permite una larguísima duración y una clara trazabilidad. Además son raciones ideales para el tupper del trabajo, para un pic nic, para los singles…   

Absolutamente de acuerdo. Pero, ¿cómo hace Paola para localizar esas latas que el cliente no va a encontrar en otras tiendas o colmados especializados?

La búsqueda de los producto fue un trabajo minucioso que me llevó unos meses, aún antes de tener el local y que, en realidad, no se acaba nunca. Empecé buscando cuál era el producto estrella de cada país, al  principio me limité a los de la Comunidad Europea,  por la facilitad de exportación, y averigüé cuál era el producto estrella, el que más producía. A partir de ahí,  quise saber si se enlataba, si se exportaba, qué marcas exportaban, quienes eran los exportadores, los distribuidores etc. Miles de mails en todos los idiomas posibles. La búsqueda no acaba nunca. Ahora todo es mucho más fácil, lo difícil sigue siendo sorprender. Soy de la idea que no hay que aburrir al cliente, siempre hay buscar, encontrar y darle algo nuevo, otra experiencia para su paladar. 

Una tarea minuciosa que ha dado como resultado  una gran selección de productos donde uno puede perderse viendo verdaderas obras maestras del diseño cuyo objetivo es deleitar el  paladar.

Entre Latas incluye además en su oferta la posibilidad de hacer cursos de cocina con latas. Una lata te salva la vida, pero también es un magnífico comodín si se sabe usar como  se merece. De hecho, en la misma tienda encontrarás sales y aceites magníficos que son los que complementan esta oferta «latera», más algunas cervezas artesanas que redondearán el plato.  Me explica, por ejemplo, esta sencillísima receta para enriquecer unos calamarcitos ( lulas en portugués) que se hace en un plis plas y que cualquiera puede hacer para comer como Dios manda en tu propia casa:

Arroz con chipirones en su tinta o “Lulas a la pertugesa” (Chipirones en salsa portuguesa).

Ingredientes:

1 lata de chipirones en salsa portuguesa (un guiso a base de tomate, cebolla, aceite y especias) o 1 lata de chipirones en su tinta
arroz
Sal

Elaboración:

Hervir el arroz.

Una vez escurrido y emplatado añadir los chipirones. Mezclar y listo.

Por si os animáis a hacerle una visita, os dejo otras recetas que publiqué en este blog hace ya un tiempo para que sepáis que, a veces, vale la pena dejar que «te den la lata»:) 

Bocadillo de sardinas con espinacas, tomate y piparras

Bocadillo de atún en aceite de oliva, con pimientos, espinacas y cebollas asadas

Espaguettis de huevo con ajo, guindilla y mejillones en escabeche

Corona de puré de patatas con zamburiñas en su salsa, olivada y espárragos trigueros