Cocinar con hierbas es algo absolutamente normal en esta cocina, de hecho lo es en la de cualquier parte del mundo, incluida la mediterránea- solo tenemos que dar un paseo por el campo para comprobar como huelen a tomillo y a romero en flor, a hinojo y lavanda- que es nuestro rincón comestible y en el que nos movemos con más facilidad, de ahí que me apetezca reseñar el libro de Karin Leiz, Cocinar con hierbas.
Albahaca: pestos y ensaladas
Ensalada de sandía, aguacate, avellanas, queso fresco y albahaca
La autora de este libro explica en su introducción su relación habitual con las hierbas aromáticas desde su infancia, en ese jardín de casa donde al cebollino le costaba crecer con energía, pero no es necesario que tengamos ese pequeño lujo que es disponer de un terreno propio para cultivar nuestras propias plantas aromáticas para no utilizarlas con la profusión que se merecen, pues son desde tiempos inmemoriales los saborizantes más comunes en todas las culturas gastronómicas, amén de las infinitas propiedades medicinales que cada de ellas aporta a nuestros dieta. Es posible comprarlas secas o frescas en cualquier pequeña tienda especializada y, sobre todo, es posible cultivarlas en nuestra repisa de la ventana, en el balcón o terraza y en nuestro huerto o jardín si somos más afortunados.
Hierbabuena: refrescante y aromática. Muy frecuente en la gastronomía del Magreb y el mediterráneo oriental.
Ensalada griega con bombones de feta
Tartine de feta y cherrys confitados con hierbas
Acedera: ideales para cremas y ensaladas.
Lomo a la sal con costra de frutos secos y hierbas aromáticas
Creo que entre las muchas recetas de este blog no hay ninguna en la que no añada como mínimo un par de hierbas aromáticas que yo misma cultivo dependiendo de la temporada ( os hemos puesto algunos ejemplos) , porque cocinar con hierbas requiere, obviamente, seguir el ciclo del tiempo. En invierno tendremos más romero y tomillo, a veces cilantro, con su delicada flor blanca, que hierbabuena o mejorana, en verano habrá albahaca, perifollo, cebollino, rúcula e, incluso, acederas . El momento cumbre es, sin duda, la primavera. Mi salvia está floreciendo como cada año y llenándose de maravillosas flores azules. Por fin el hinojo ha enraizado con fuerza en la tierra y se intuye el bulbo con sus estiradas ramas y frágiles hojas que luego añadiré a los pescados al horno; el perejil rebrota, la menta o hierbabuena lo cubren todo de un aroma refrescante, ideal para las bebidas del estío.
Sardinas a la cazuela con limón y hierbabuena
Cebollino, cilantro y rúcula
En este manual de conocimiento de las hierbas aromáticas encontraréis todas las que quizás ya conocéis y alguna que otra que os sorprenderá. Están ordenadas por orden alfabético, clasificadas como aromáticas, saborizantes y condimentos de origen vegetal, se explica como compaginarlas, como conservarlas, su aplicación ideal y su cocción, y le acompañan, además, multitud de recetas para aplicarlas en vuestra cocina. No les deis la espalda, son fragancia y sabor en estado puro.
Sopa de calabaza, cheddar y tomillo
Hinojo: un toque anisado para cremas, sopas y pescados
Salmón con arroz venere: la flor del cebollino y el cilantro coronan este plato.