Las recetas de junio serán las más alegres del año. Como a una eterna chiquilla en falda de colegio – calcetines comidos, cartera al vuelo, coleta degarbada-, en junio me despertarán las golondrinas al amanecer, volverán las hogueras y se oirán las viejas canciones – a coger el trébole, el trébole- en esa mágica noche de San Juan donde arderá la madera muerta y los garabateados cuadernos que serán condenados a pasar página.
La algarabía estival andará por las plazas, las lonjas y los mercados, el frenesí dulzón de las panaderías será la antesala de una verbena en la que se oirán petardos, perros miedosos y botellas con locos corchos que trazarán su propia órbita. Habrá risas y brindis de millones de burbujas, penderán de las orejas de las niñas los frutos del cerezo, de sus pequeños labios se oirá el crujido de una perita de san Juan, verde y brevísima, y los albaricoques tendrán el color de una mejilla de quinceañera.
Las recetas de junio estarán llenas de color. Rojas, verdes, anaranjadas, moradas vendrán las hortalizas del huerto que no pararán de inundar las despensas hasta la llegada de la vendimia y las cepas se dejen manosear, ya maduras.
El mar se volverá plateado y azul con los bancos de sardinas, jureles, caballas, melvas, bonitos, y el rojo intenso teñirá las almadrabas. Ronqueo gaditano, cartaginés o siciliano. Mediterráneo o atlántico, el atún, perdida su fiereza en la trampa del morisco, dejará en el plato lo mejor del mar, que, al paracer, ya no es el mero, como olvidado está el carnero.
En las recetas de junio habrá, pues, mucha vida, porque la naturaleza estará en plena efervescencia y la cocina pedirá producto fresco para saciar la sed y calmar el calor, alimento acariciado por el sol, antes de que nos llegue el tiempo de la reclusión y la conserva. Apetecerán sabores puros a los que apenas les bastará una brasa, habrá profusión de frescor en sopas frías y ensaladas simples, llenas de color, platos marineros, en cazuela o paellera, las carnes y los pescados saldrán al encuentro de las hierbas aromáticas y las flores comestibles.
Junio nos abrirá el apetito por la vida.
Del huerto y el jardín: no dudéis en utilizar las hiernas aromáticas que están en plena floración y llenan la cocina y las manos de aromas increíbles. ¿Quién no ha hecho, por ejemplo, un simple pesto con mucha albahaca?
Espaguetti con pesto verde de pistachos
La menta o hierbabuena es perfecta para el cordero y los tés fresquitos con mucho limón al atardecer
Cazuela de cordero con guisantes, nabos y hierbabuena
También la utilizamos, junto con el cilantro y el cebollino, para preparar infinidad de vinagretas, como la que aliña estos aguacates rellenos de búgur y mango
La mejorana tiene un aroma particular y unas flores delicadas que hemos utilizado en este plato que nos fotografió Enrique Marco cuando la revista Cuina vino a casa a mejorar nuestra receta original que tenéis en el link siguiente.
Popietas de gallo con crema de guisantes y mejorana
De la huerta empezaremos a disfrutar los tomates, calabacines, pimientos y berenjenas hasta el final del verano:
Cor de bou con búlgur y vinagreta de albahaca y piñones
Calabacines rellenos de arroz Basmati, pisto y queso de Mahón
Pimiento relleno con ragú de morcilla de Burgos
Un poco de pimiento verde le irá de perlas a las tortillas de patatas o a la de bacalao y calçots que hicimos hace muy poco, pero que en verano podéis cambiar por cebolleta fresca y tierna.
Tortilla de bacalao y pimiento verde con butifarra negra
Las berenjenas fritas a la miel serán nuestro aperitivo favorito. Un plato tan antiguo como entrañable y delicioso. Pero si deseas recordar otras recetas con berenjenas, pincha este enlace
Puesto que ya hemos muchas recetas con fresas, ahora llegará el Tiempo de Cerezas:
Bizcocho de cerezas con anís y cardamomo
Y de los albaricoques, así que, después de hacer una buena mermelada, podremos merendar una tarta Sacher. Sólo para amantes del chocolate elevado a la enésima potencia:)
El pescado será mayoritariamente azul y simple, como estas sardinas al horno con hinojo y limón
O, incluso, haremos un arroz con unas sardinas y unas cuantas chirlas
Con la melva volveremos a preparar guisos tradicionales andaluces, mezcándolos con fideos, azafrán y hierbabuena. Este mismo plato se suele elaborar también con caballas. De ambas formas está delicioso.
Los bonitos estarán preciosos, podeís hacer buenos marmitakos con ellos o escabecharlos para comerlos en frío:
Con sanfaina o pisto parecen un retablo de verano:
Los Pulpos, pulpitos y las sepias estarán en su mejor momento. Prueba toda clase de platos con ellos. Son más versátiles de lo que parecen y una vez bien tiernos pueden servir para muchos guisos, como estos que os proponemos.
Pulpitos encebollados acompañados de arroz blanco.
Pulpitos de costa encebollados con patatas violetas y tirabeques
Arroz meloso de pulpos, alcachofas y gambas
Los mejillones no faltarán en sus miles de usos, desde los más sencillos hasta los más exóticos:
Mejillones al jerez y pimenón de la Vera
La carne será poco habitual en nuestra dieta porque necesitamos proteinas fáciles de digerir y nos apetece más el pescado, pero, de vez en cuando, nos prepararemos un buen pollo asado, un buen chuletón a la parrilla, un couscous de cordero o un solomillo de cerdo al queso picón.
Solomillo de cerdo al queso picón y pimientos de Isla
Mayra
junio 16, 2018 @ 18:23
Muy buenas las recetas de pescado me encanta las pondre en practica gracias x td saludos espero recibir mas recetas diarias saludos
Ines Butrón
junio 17, 2018 @ 06:43
Muchas gracias Mayra. Haremos todo lo posible para que tengas montones de buenas recetas para poner en práctica. Un saludo. Inés B.