Las recetas de enero están marcadas por varios condicionantes. En primer lugar, obviamente, por el fin de las fiestas navideñas y la necesidad de volver a una cierta normalidad, sin atracones y excesos. En segundo lugar, por el deseo de perder el peso que casi todos hemos ganado durante las comilonas pantagruélicas de la Navidad y, en tercer lugar y no menos importante, por la urgencia de ajustar nuestro maltrecho presupuesto tras el derroche vivido. Toca, pues, subir la temida cuesta de enero.
Para conseguir todo esto- o, al menos, intentarlo, las recetas de enero han de estar llenas de productos de temporada, han de ser “cocina de mercado en sentido estricto“. Hay que patearse la plaza, los mercadillos semanales y mensuales, y todos aquellos lugares que nos ofrezcan producto fresco de la estación, porque, de lo contrario, estaremos comprando alimentos mucho más caros debido al coste de su transporte y, por descontado, de peor calidad.
Los que creáis que las recetas de enero van a ser aburridas, ya os digo, desde este momento, que os equivocaís. Cada ciclo del tiempo nos provee de aquellos alimentos que vamos a necesitar para afrontar las características de la estación. La naturaleza es sabia. Es decir, si enero es el mes más frío, no busqueís tomates para haceros sopas frías o sardinas hermosas para espetos, sino buenos cítricos para mantener a raya los resfriados con grandes dosis de vitamina C, buenas legumbres para cocidos y sopas que nos ayudarán a combatir el frío, raíces y verduras de hoja verde, y el animal totémico del invierno: el cerdo. Sin su ayuda anual, nuestras hambrunas seculares hubieran sido mucho más feroces, sobre todo para el pueblo llano, ávido y necesitado de la única carne, siempre muy poca, que podían llevarse a la boca. El cerdo/cochino/guarro, o como le llaméis, ha sido y es la dosis de proteína animal imprescindible que la mayoría de los pueblos y grupos humanos omnívoros de este planeta, exceptuando musulmanes y judíos, hemos visto en nuestras ollas una vez que al pobre gorrino le ha llegado su San Martín.
Y dicho esto, vamos a hacer nuestra recopilación mensual de recetas de mercado. Hoy productos y recetas de enero. Buen provecho y feliz cocina!
Las ensaladas sin tomate siguen siendo buenas ensaladas. Busca combinaciones de fruta fresca y seca, con escarolas, espinacas tiernas y raices y verás que resultados tan sorprendente.
Ensalada de hinojo, naranja, remolacha, cebolla morada, zanahoria y una vinagreta de cítricos.
Ensalada templada de calabaza asada con queso de cabra y avellanas
Ensalada de espinacas, manzana, Roquefort y vinagreta de anís estrellado con frutos secos
Ensalada de col lombarda, cebolleta y manzana con anacardos
Ensalada de achicoria, célerí y salsa remoulade
Ensalada de patata con oreja de cerdo y un toque de chile
Patatas enmascaradas con camagrocs. Uno de los platos de aprovechamiento de las grandes sopas o cocidos, como la catalana escudella barrejada:
Vamos a por las verduras: imprescindible no olvidar bróquil, coliflor, col, ajetes tiernos, alcachofas, espinacas, acelgas, puerros, etc
Brócoli con ajetes, panceta y queso tetilla
El típico brócoli verde cocinado al vapor, con un poco más de salsa de quesos y unos cuantos cacahuetes por encima. En este caso estaban recubiertos de chile. Un brócoli muy gourmet
El clásico trinxat de la Cerdanya pero con torreznos de Soria y queso brie
Una crema de patatas con verduras de invierno salteadas y un poco de morcilla de arroz
Si nos cuesta comer verduras o nuestros hijos se quejan cuando les ponemos un plato de acelgas – aunque habrá que ir acostumbrándoles poco a poco, porque son esenciales- siempre podemos incluirlas en tartas, cocas, pizzas y, por supuesto, en cremas:
Esta coca pizza- está hecha con una base de pizza ya preparada que encuentras en cualquier súper- incluye bimis y un montón de verduras más algo de rulo de cabra
Este bocadilllo está hecho con espinacas frescas, piparras, rabanitos y sardinas en aceite: es bueno, fácil, sano y barato
Esta es nuestra quiche de espinacas, feta y cherrys
La tortilla de verduras es un gran invento: esta está preparada con espárragos trigueros y tomate seco
Y no os gusta la de espinacas, salmón y queso crema?
O la de alcachofas y ajos tiernos?
En crema podemos preparar una coliflor acompañándola de migas de jamón que hará que veas la coliflor de otra forma:
Los puerros también resultan deliciosos de esta guisa. Si lo acompañas de unas chips de alcachofas tendrás una crema deliciosa y reconfortante:
En enero las raíces como la chiribía, el céleri o apionabo, los nabos, los rábanos, el colinabo o la remolacha están en su mejor momento:
Créma de céleri, jengibre y gambas:
Crema de remolacha con avellanas y queso Arzúa Ulloa:
También probamos un risotto de remolacha con panceta adobada y tomillo que nos gusto mucho:
Los platos sencillos, tradicionales y que levantan el ánimo en un día de frío, como unas buenas patatas riojanas, no tienen precio:)
El apartado legumbres es, sin lugar a dudas, nuestro preferido en este mes. Comer de cuchara reconforta, es barato, sencillo y no siempre tiene porque estar saturado de grasas:
Lentejas veganas: con verduras, hinojo y cúrcuma. Perfectas para comer una raíz de invierno muy perfumada y una especia que le dará un sabor y aroma especial.
Aunque, si las quieres estofadas con su chorizo y su panceta, no hay problema. También tenemos la receta:
Las judías son nuestra debilidad. Las judías del ganxet acompañadas de tripa de bacalao son pura untuosidad:
Alubias con calamares y morcilla
O acompañadas de un buen cuello de cordero:
En enero, empezaremos a tener las primeras habas y los tiernos guisantes para hacer revueltos como este:
En el apartado de las carnes ya hemos dicho que el cerdo es el rey. Pero si queremos perder peso y, de paso, sanear la cuenta corriente, habrá que comer carne blanca: pollo, pavo, conejo, etc. Dejamos el cerdo para el mes que viene , cuando Don Carnal nos de su bendición.
Te dejamos 8 recetas con pollo muy fáciles y sabrosas:
Estofado de pavo con llanegues
Conejo con salvia, almendras y Jerez
Un contramuslo de pavo adobado con verduras asadas
Entre los pescados, y antes de que la Cuaresma nos meta de cabeza entre pucheros de bacalao, congrio, arenques, sardinas o anchoas, nos gustan los pescados como el salmón, presente siempre en todas las épocas del año y beneficiosos por su buen aporte de Omega3
Salmón en crosta con arroz venere
La lubina con salsa de hinojo es ligera y está espectacular
Los filetes de gallo en forma de popietas y una crema de guisantes de base es una manera muy completa de comer pescado y legumbres de una tacada:
Y también solemos comer muchos mejillones, porque es un marisco sabroso y humilde que nunca deja de sorprendernos:
Preparamos las famosas sopas de mejillones y galeras, un marisco que empezó con un humilde origen, pero cuyo valor gastronómico es cada vez más reconocido:
Si te sobran alguno, puedes preparar esta pescadilla con una salsa a base de mejillones: espectacular!
Y eso sí, procuramos no abusar de los dulces, porque la Navidad suele dejar regalitos en forma de azúcar en sangre e hígados muy saturados, así que, si comemos algo dulce, preferimos postres con frutas o yogourt:
Couscous con higos, manzana, nueces y salsa de yogourt:
, legumbres, pescado lubina al hinojo bacalao, galeras, mejillones, y carne