Alcachofas y vieiras, incluso las zamburiñas, si tenéis, combinan bien. No es nada extraño, si pensáis que las almejas le quedan de maravilla, pero yo me he decantado por estas vieiras pequeñitas porque era lo que tenía por el congelador. Ya os lo imagináis: pura receta de aprovechamiento con los ingredientes que quedaron de Navidad.

En cocina, todo es cíclico, como las estaciones. Cuando llega enero toca hacer limpieza del congelador, la nevera y la despensa para tratar de evitar que se malgasten los productos que compramos en exceso o que  no tuvimos ocasión de gastarlos durante las fiestas, pero también es el mes en el que hay que apretarse el cinturón, y nunca mejor dicho, pues es el momento de subir la cuesta de enero y, a ser posible, perder peso por el camino. De ahí que hoy os presente esta sencillísima receta con la mejor flor de invierno: una fácil combinación con un marisco rápido de preparar, una salsa ligera a base de hierbas aromáticas y vino y, para darle un toque colorido, unas huevas de mújol que andaban por un estante del frigorífico. Nada complicado, nada extraordinario, ni una muestra de maestría creativa, tan solo un plato simple, ligero, frugal, verde, riquísimo. Os contamos cómo lo hemos hecho. Buen provecho!