Un bizcocho de dulce de calabaza con frutos secos es una de esas meriendas que todos los que disfrutamos de los productos naturales y la repostería casera nos encanta preparar de vez en cuando. Seguro que los que seguís este blog os habréis dado cuenta de que yo suelo hacer pocos dulces- ya andamos muy sobrados de azúcar-, pero, cuando empieza el curso y el tiempo empieza a cambiar,  hago algún bizcocho con productos de temporada. Este, por ejemplo, es nuestro esponjoso bizcocho con dulce de membrillo y nueces. Fácil y muy nutritivo para los niños y los mayores a los que les gustan los alimentos blanditos y dulces. Cuidar un poquito de ellos preparándoles un buen bizcocho que acompañe en las tardes frías, compartirlo, si puede ser con un café con leche y un rato de charla es muy sencillo y hace muy felices a los que ahora están en la más absoluta soledad.

Y este es de manzana, yogurt  y canela. Te lo imaginas sumergido en leche o acompañado de chocolate caliente?

El que hacemos hoy es un postre de reciclaje. Este bizcocho de dulce de calabaza tiene una explicación: ya tenía preparado el dulce de calabaza, es más, congelé lo que me había sobrado de la preparación anterior. Queda perfecta. Pincha en este link para ver cómo la hice.

Así que este bizcocho que ahora os explico es aquello que algunos llaman en una especie de redundancia absurda «Cocina de aprovechamiento». Y qué otra cosa es, si no, cocinar?