Hoy seguimos cocinando calabacines. Tenemos en nuestro blog otras delicias interesantes con esta verdura, como puedes ver en la foto siguiente, pero y lo hacemos uniéndolo a uno de las elaboraciones veraniegas por excelencia: el pisto.
Espaguetti de calabacín con marisco
Pisto manchego, la alboronía morisca, la sanfaina catalana, el tumbet mallorquín, la ratatouille provenzal.. .. Platos casi idénticos que apenas tienen leves variantes en el uso de las verduras o las hierbas, en su preferencia por la fritada o el horno, pero todos tienen la misma intención: preparar un sabroso plato a partir de las verduras y hortalizas que da la huerta, sobre todo en los meses estivales.
Preparar un pisto es tener la base para una infinidad de platos. Puesto que podemos preparar una gran cantidad y conservarla en el congelador o en botes herméticos de la forma tradicional, vale la pena, cuando las hortalizas como el tomate, los pimientos, las berenjenas o los calabacines están en su mejor momento, aprovechar para cocinar por adelantado este sanísimo plato y dar salida a recetas deliciosas en un plis-plas.
En un guiso de patatas y longaniza y chorizo, en una tortilla, para aderezar una pasta, para preparar el famoso bacallà amb sanfaina, un conejo o pollo, para rellenar una estupenda empanada de pisto y queso de cabra, etc, etc. Cualquier cosa que merezca un relleno o acompañamiento de todo tipo de hortalizas y una buena salsa de tomates especiada al gusto es susceptible de ser un pistoplato.
Nosotros hemos rellenado unos calabacines con algo de arroz basmati que nos sobró de una ensalada y una buena cucharada de pisto. Para finalizar lo hemos gratinado con queso de Mahón. Puesto que el pisto ya lo tenéis, sólo debéis saber que la cocción de los calabacines pre-horno es muy corta, apenas 3 0 4 minutos en agua hirviendo una vez vaciados con la cucharilla parisina. Dado este paso, se rellena con los ingredientes que más os gusten y gratináis hasta que os parezca doradito. A vuestro gusto!