Seguro que alguna vez has probado la crema de remolacha, e, incluso, conozcas la larga lista de propiedades nutritivas de esta raíz de invierno y sus hojas. Si has viajado por el Norte de Europa, la verás en multitud de platos. La más conocida sea quizás la sopa rusa de remolacha acompañada de crema agría.
Pero nosotros – como siempre- la vamos a adaptarla a nuestro gusto y necesidades, sobre todo en un día como hoy en que lo prioritario es tener a mano platos calientes muy energéticos. Si cocéis la remolacha el día anterior o, simplemente, la compráis ya cocida, es un plato que se hace en poco más de 25 m.. Su sabor es realmente agradable, te recompone después de un largo día de frío. Con un poco de este magnífico queso gallego, el Arzúa Ulloa, no necesitamos añadir ni mantequillas, ni nata de ningún tipo, pues este queso de leche de vaca es tan cremoso que las sustituye perfectamente, se deshace entre el resto de los ingredientes y deja ese sabor a frutos secos y a mantequilla que envuelven toda la crema. Añadiendo unas trocitos de avellanas o nueces conseguimos una crema saludable, rápida y muy reconfortante.
Hoy, pues, os proponemos esta crema de remolacha, rápida y sabrosa, para resistir esta ola de frío, pero sin pasarse horas entre pucheros.
Imagen Invierno: Toni Butrón