Crepes de dulce de calabaza es nuestra propuesta para hoy. Una receta que bien puede ser un  postre o una merienda,  elaborado con uno de los ingredientes más típicos del otoño. En México se le llama calabaza en tacha y es muy habitual comerlo- y compartirlo- el Día de difuntos o día de los muertos, pero también es un postre que era muy corriente en la España  de hace ya algunas décadas, incluso podíamos encontrarlo en las estanterías de muchos colmados.

Por su simplicidad y su bajo coste, este dulce de calabaza, con sus variantes locales/nacionales ( en las recetas mexicanas se dice que hay que utilizar calabaza de Castilla, por lo que ya está indicando su origen) , entronca con esa dulcería tradicional,  de raíz árabe, sencilla, algo especiada, que tanto nos gusta en esta casa y que, poco a poco, va perdiéndose en los hogares de este país para dar entrada a mermeladas industriales con un alto contenido en azúcar o, simplemente, todas estas cremas de cacao o cacahuete untables y ultracalóricas que hacen furor en los recreos  y que  ahora comen niños y mayores sin pararnos a pensar que tenemos a mano soluciones mucho más saludables. De ahí que hoy nos hayamos propuesto explicaros estas crepes de dulce de calabaza y requesón y, si podemos, convenceros para que la hagáis en casa y le busquéis mil y una aplicaciones en vuestra cocina, tanto dulce como salada.

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Como ya habréis visto, el título de esta receta es crepes con dulce de calabaza y requesón, lo que no significa que no podamos prescindir de ellas. Basta una rebanada de buen pan para que este postre o merienda te sepa a gloria bendita. Si quieres hacer tú misma las crepes, ya sabes que es una mezcla de harina, leche, mantequilla, huevos y sal, básicamente, aunque a mi me gusta ponerle un poco de esencia de vainilla, eso va a gustos. Pero también puedes comprarlas hechas y enrollarlas como he hecho yo,  porque, en este caso,  me interesaba más el relleno que el envoltorio. El tiempo en la cocina manda. La próxima vez, con lo que me ha quedado de dulce de calabaza y, por cierto,  tengo en el congelador,  igual hago unos buñuelos, una tarta o lo que se me ocurra. O lo mismo me da por acompañar un poco de pato con ella, a saber. Ya sabéis, en tu  cocina,  siéntete libre. Buen provecho!

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