Cuando hablamos de  cocina propia, tradicional, se da por sentado que   forma parte del legado cultural de un pueblo y que ésta sigue viva. Nadie sabe a ciencia cierta  dónde, pero existe.  Creemos que nuestro recetario camina con nosotros como lo hace la lengua, por inercia o  por compromiso,  pegado a la piel. Y sin embargo, nadie encuentra muestras de estos platos a no ser que recorra las ferias gastronómicas del país en donde le ofrecerán un escudilla  junto con alguna muestra folklórica más.

Este es, pues,  el panorama de nuestros recetarios populares, reducidos a arqueología gastronómica en fechas puntuales y vistosas celebraciones para atraer a un público nostálgico de un pasado que nunca fue mejor. Y este es el panorama de la escudella, esa enorme olla, condumio del frío y la matanza, acompañante de un  Tió estreñido y la misa del Gall.

Nosotros la solemos hacer cada Navidad por petición popular ( amigos y familiares sedientos de caldo), aunque es normal verla en casa casi todas las semanas, después de haber cocido sin prisa en una tarde  de domingo y aburrimiento.  Es socorrida, nutritiva, apetitosa, admite mil y una variantes. Amén de aquellas preparaciones que uno entresaca de los elementos de la olla: las croquetas de gallina o cocido, los garbanzos salteados con butifarra negra y cebolla, los canelones, las patatas enmascaradas, los hatillos de col  (farcellets) con cualquiera de los elementos de la carn d’olla, el pastel de pollo…

el pastel de pollo

 

Pastel de pollo y verduras a partir de una escudella. Cocina de reciclaje.

patatas enmascaradas

 

Las patatas enmascaradas con butifarra negra y camagrocs. Cocina de reciclaje a partir de una escudella.

canelones bien 4

Los clásicos canelones, a partir de un buen rustido o con la carne sobrante de una escudella, son uno de los platos estrellas de la Navidad en Catalunya.

farcellets 3

Los hatillos de col, con carne de rustido, o aprovechando carnes y verduras de la escudella, más un buen tomate frito casero y un buen queso para gratinar resultan una receta de los más apetitosa para aprovechar la col, la gran verdura del invierno.