Nada más apetecible para una comida ligera, una cena informal con amigos, un día festivo en el que preparamos ese buffet del que todos disfrutan, que un buen queso que se funda junto con dulces verduras sobre una masa de hojaldre. Y esta es sólo una de las muchas recetas que se pueden improvisar a partir de este tipo de masa. Hace poco te presentábamos unas sencillas tartaletas de hojaldre con jamón e higos que tuvieron bastante éxito en este blog.
Para nosotros es un básico en nuestra despensa: cualquier cosa cabe en esa masa crujiente con sabor a mantequilla, dulce o salada, sólo depende de vuestra imaginación sacarle el mejor partido. En este caso la idea- muy simple, por cierto- es aprovechar unas verduras que habíamos confitado al horno con vinagre de Módena y azúcar moreno – una manera muy sana de tener guarniciones siempre listas- y mezclarlas con algún otro ingrediente para hacer un plato completo. Por otro lado, nos encantan los quesos tipo Brie, Camembret o Reblochon porque funden muy bien, son suaves y cremosos y nos inspiran montones de bocadillos calientes, cocas o tartines. De hecho, en esta receta el Reblochon es intercambiable por cualquiera de ellos. Se podría poner un Gorgonzola, un Provolone, un Feta o cualquier queso de cabra que contraste bien con las verduras.
El Reblochon de Savoie es un queso francés, de Saboya, concretamente, cuenta con la AOC, y es de vaca, por lo que a los que no os gusten los quesos que invaden el sabor del resto de ingredientes, este os parecerá un gran aliado a tener en cuenta en próximas recetas.
Ni que decir tiene que cualquier verdura que tengáis en casa puede utilizarse como ingrediente de esta receta: calabacines, cebollas tiernas, alcachofas, calabaza, zanahorias, etc. Lo único que debes saber es cómo confitarlas, extender la masa que ya compramos hecha en el super y poner en marcha tu horno. Ya nos contarás.