Un lomo a la sal es un plato muy fácil para los «no iniciados» en comidas navideñas. No os dejéis llevar por el nombre, que puede ser muy rimbombante ( lomo a la sal ahumada con costra de ralladura limón y hierbas aromáticas con cebolletas parisinas,  castañas salteadas y chutney de higos con especias) porque en realidad es un plato de nivel 0 que puede hacer cualquiera con estas explicaciones facilitas que te voy a dar.

En primer lugar, piensa que la sal gruesa, normal o ahumada, que es la que yo usé porque era la que tenía después de preparar algún que otro trozo de salmón, no le va a dar un sabor salado. Solo le hará de recubrimiento protector para que la carne se cueza en su interior sin secarse.

perfecto

Para hacer un lomo a la sal basta un horno y 40 m. Lo demás es aderezo. Yo le puesto todas estas cositas que tenía como guarnición, más un chutney de higos que preparé en una ocasión y que guardé en la nevera para acompañar cualquier carne que tuviera a mano, pero tú no tienes porque ponerle lo mismo. Un lomo a la sal queda bien con un simple puré de patatas ( parmentier, entre la gente del mundillo gastro), una salsita de verduras y algún licor, unas manzanas salteadas, unas verduras al horno o al vapor  y un sinfín de cosas. Así que tú no te dejes intimidar por lo que yo o cualquiera pueda explicarte. En Navidad hay que tirar «por el camino fácil». Hay que ser práctico y preparar sólo lo que a uno le salga bien y le guste a sus invitados.

Otra cosa importante es el tiempo de cocción. Yo lo hacía siempre a ojo, intuición,  práctica, etc. Hasta que me compré un termómetro de esos que venden en los centros comerciales por dos duros y cuando pincho la carne y veo que marca 60º, sé que ya está hecha como a mí me gusta. Se usa como uno de los que tienes  en casa para la fiebre de los niños. En un segundo, sube el marcador y listo.

Si no te gustan las hierbas aromáticas, la sal ahumada o la ralladura de limón, invéntate tu propia costra: Pon ralladura de naranja o lima, especias o nada: solo sal gorda y basta.

Y para acabar, en la foto le he dejado un poco de capa para que veas qué bonita es esta sal cuando sale del horno y suelta esos destellos casi navideños ( bueno, esta cursilada no me la tengas en cuenta), pero tú debes quitarla  a la hora de servirlo porque, de lo contrario, la sal sigue penetrando y ,entonces,  sí que la carne quedaría salada.

Eso es todo, amigos:) Buen provecho!

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