Una manzana asada es el postre más sano, fácil y tradicional del mundo. Todos hemos comido alguna vez una  manzana asada, pero lo asociamos a aquellas ocasiones en los que, por problemas gástricos, nos vemos obligados a «prepararnos una simple manzanita«, casi siempre por prescripción médica. En realidad, con cuatro cosas que tengáis por la nevera podéis hacer la misma fruta, pero dándole un toque distinto, original, más sabroso, más apetecible, pero igualmente saludable, rápido y fácil.

Ya sabéis que a nosotros no nos gusta abusar del azúcar, por eso hacemos poca repostería en este blog, siempre y cuando el postre o merienda elegida contenga fruta fresca o seca, y, obviamente,  los ingredientes necesarios para elaborarlo que, normalmente,  tienen un valor nutritivo interesante cuando el dulce es absolutamente casero ( obviamente, huevos, leche, la harina correspondiente, algo de aceite o mantequilla,  aromatizantes, etc-), pero siempre dejamos que sea la última de las opciones culinarias en las que pensamos. Consideramos que con el poco tiempo del que todos disponemos para cocinar es mejor invertirlo en un plato principal completo y saludable y dejar el azúcar para las ocasiones especiales.

La fruta nunca falta en casa, pero ocurre en ocasiones que alguna que otra se queda rezagada en el frutero. Cocinar con ellas es muy sencillo y tiene muchas posibilidades. No solo nos gusta añadirla en   los postres, sino también en ensaladas o en guisos de carne, con lo que conseguimos que éstos sean más frescos y tengan esa combinación antigua de dulce/salado que tanto nos gusta. Tenemos pendiente un post recopilatorio donde veréis que usos tan diversos tiene la fruta fresca. Hoy solo os explicamos cómo hemos hecho esta manzana asada en 20 m. Ya me diréis  si luego no veis esta fruta con otros ojos:)