La mousse de escalivada con boquerones en vinagre y alcaparrones bien podría ser uno de nuestros aperitivos navideños de este año. ¿Por qué algo tan «vulgar«, poco glamouroso, veraniego, incluso, puede convertirse en un entrante o aperitivo de pleno invierno, hasta navideño? Pues porque esta mousse de escalivada está casi tan buena como cualquier otro entrante, porque es económica ( ¿quién dice que hay que tirar la casa por la ventana para comer bien?), porque es fácil, porque se puede hacer con antelación y porque, si le quito el boquerón, le encantará a mis comensales vegetarianos, porque es ligero y no quiero acabar las fiestas con 5 kilos de más, y porque me gusta que en todas mis comida, festivas o no, haya vegetales.
La verdad es que este no es el mejor momento para comer las hortalizas que forman parte de este plato tradicional catalán, pero, tal vez, y precisamente por esta razón, no me molesta convertirla en una mousse de escalivada. Si tuviera esos hermosos y dulces pimientos de verano, esas orondas berenjenas y una cebolla dulce pasada por las brasas, cortada en tiras, aliñada con un buen AOVE, casi no necesitaría más que un buen pan para tener un plato de diez. Con unas anchoas o un buen queso, por supuesto, tampoco la desdeñaría:) Pero cuando las cosas no están en sazón, es el momento de «reconvertirlas».
Esta misma técnica puede servirte para hacer otras recetas parecidas, mousses o pasteles fríos de otras muchas cosas que tengas por casa. Nosotros la hacemos con salmón y salsa tártara y nos encanta, con verduras variadas y surimi, con pollo y setas, etc. Todas tienen la ventaja de que con poco comen muchos, y encima se hacen con antelación y quedas de maravilla. Buen provecho!
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