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Los domingos por la tarde preparamos una pizza de verduras. ¿Y por qué el domingo por la tarde? Te preguntarás. Porque es el momento en que cualquiera de mis hijos toma el mando de los fogones y prepara alguna cosa sencilla para cenar con lo que encuente por la nevera. Y no se trata de un juego, un reto, ni de nada paracido. Simplemente tratamos de aprovechar lo que ha quedado del fin de semana y lo ponemos sobre una masa. Es cocina de aprovechamoento, simple y llanamente.

Hacer una pizza de verduras, si tienes la masa ya preparada- si la haces tú, mejor que mejor, y, si no, pues compras la base y listo- es tan sencillo que hasta un niño podría hacerla, por eso yo la dejo en manos de mis hijos. Para que empiecen a darse cuenta de lo poco que cuesta comer bien y sano con muy poca cosa, simplemente, dándole salida a lo que tengas por casa en ese momento.

Obviamente, no será un pizza hecha por un napolitano, con su sabiduría de pizzero curtido en mil masas y mil fuegos de leña, pero siempre será mejor que una pizza congelada o una que has comprado por teléfono y llega a casa hecha un asco, reblandecida y fría, metida en su triste caja de cartón.

A nosotros nos suelen gustar mucho las pizzas de veduras porque siempre hay muchos restos de verduras y hortalizas a los que hay que dar salida. También nos encantan los quesos, por lo que lo más probable es que nuestra pizza de verduras lleve también un buen pedazo de queso de cabra, de mozzarela, de Roquefort, de Gouda, de Maasdam o de cualquier otro queso que pueda fundirse con facilidad. Lo demás, dependerá de cada momento. Seguro que mientras escribo esto estás a punto de tirar algo que podrías utlizar en una pizza casera…Buen provecho!

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