Este es un postre tradicional de la cocina catalana, simple, delicioso, nostálgico y profundo. Postre sin pretensiones y, sin embargo, brillante en su simplicidad y su combinación de gustos y perfumes. Sus colores son plenamente otoñales, lo que lo convierte en una golosina perfecta para estos días en que uno busca refugio al calor de un fuego. Sus ingredientes básicos son productos de plena temporada : el vino, la pera de lleida D.O. P. , las avellanas de Reus D.O. P. y , cómo no, el omnipresente chocolate. El vino es un tinto ecológico de la bodega Can Marlès ( Baix Penedès. Hace poco os hablamos de ella), las peras son, evidentemente, de les Terres de Lleida, y las avellanas las hemos comprado en Can Gispert, una de las mejores y más antiguas tiendas de Barcelona donde comprar excelentes frutos secos. No hace mucho también estuvimos allí y os hablamos de ella.
Por 
