Imagen: Toni Butrón
El invierno da sus últimos coletazos. En este momento, todo espera ver de nuevo la luz. Como el Olmo Seco de Machado.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Durante estos meses hemos comido platos recios contra el frío, con una buena carga de legumbres y algo de cerdo, que es el animal que se sacrifica en esta temporada. De la huerta hemos aprovechado bien las verduras de hojas verdes, como las acelgas y las espinacas, hemos comido bróquil, coliflor y coles de varios tipos, puerros, ajos tiernos y cebollas blanquísimas, bien resguardadas de las heladas y la débil luz solar Pero, sobre todo, raíces. ¿Por qué? Por una razón muy simple: durante los meses de invierno, las raíces quedan protegidas del frío bajo tierra, por eso en los países del norte de Europa encontraréis muchas recetas que mezclan patatas ( la raíz de esta planta es la parte comestible que conocemos) con remolacha, nabos, zanahorias, céleri, hinojos o apionabo entre muchas otras, como el colinabo o la chirivía.
Nosotros también hemos hecho algunos platos con ellas, por eso queremos despedirnos de esta temporada con un recopilatorio de recetas con raíces de invierno. El año que viene, seguro que se nos ocurrirán muchas más.
Empecemos por la más conocida: la Patata. Cremoso de patatas con verduras de invierno, setas y morcilla de arroz
Seguimos con la zanahoria, la más socorrida, uno de nuestros grandes aliados en las ensaladas para sustituir a unos tomates insípidos o en las cremas dulzonas y apetecibles como esta: Crema de zanahoria y mandarinas con aceite de sésamo negro
La más colorida: la remolacha. Risotto de remolacha y panceta adobada y tomillo limón
Tarta salada de remolacha y queso feta
La ensalada de canónigos, patata, remolacha y salsa de yogurt
La crema de remolacha, queso Arzúa Ulloa y avellanas
Nuestras mejores ideas con hinojo, un raíz tan perfumada que no podrás prescindir de ella:
Lubina en crosta con salsa de hinojo y jengibre
Lentejas estofadas con verduras, hinojo y pimentón de La Vera. Tan sencillas que no necesitan explicación. Sólo lo has de poner todo en una olla y dejar que cueza lentamente unos 40 m.
Recetas con célerí o apionabo: mi preferida
Crema de apionabo al jengibre con gambas rebozadas en sésamo
Pastrami con ensalada de céleri en salsa remoulade
La ensalada de céleri en barquetas de achicoria
La crema de guisantes y céleri al jengibre
Y dejamos para el final el plato que nos anuncia la primavera, cuando tengamos, por fin, buen cordero, muchos guisantes tiernos y una guarnición de nabos.
Cazuela de cordero con guisantes y nabos