Roast Beef, el plato tradicional de la cocina inglesa y, por extensión, de casi todos  los paises anglosajones,  se preparaba antiguamente con carne de buey. Puesto que este animal ha prácticamente desaparecido de nuestras carnicerías españolas, nosotros lo hemos elaborado con ternera. Siguiendo cuantro consejos muy básicos, puedes cocinar en poco tiempo un roast beef perfecto y servirlo como plato principal en una cena de verano, puedes elaborar jugosos bocadilllos para otras comidas más informales o, simplemente, tener a mano una carne apetecible sin necesidad de pasar horas de calor en la cocina.

Si sigues nuestro blog, ya sabrás que en esta casa lo que más se come en verano son cantidades ingentes de verduras, hortalizas, legumbres, frutas, quesos, huevos, pescado- sobre todo azul-  y carnes blancas. Es decir, aquellos alimentos que forman parte de la dieta mediterránea, los ingredientes que cada temporada nos brinda el campo y el mar, que están frescos y en su punto. En realidad, no estamos haciendo con ello ningún esfuerzo en particular, simplemente nuestro cuerpo tiene unas necesidades distintas en la estación fría que en la calurosa y ahora no nos apetece hacer un guiso lento con mucho grasa porcina, un goulash, un fricandó, por ejemplo. Eso ya llegará en invierno. Pero, de vez en cuando, añado un poco  carne roja  a la dieta de mis hijos en forma de hamburguesas  ( a ser posible, preparadas por mi), un filete ruso, unas albóndigas con una buena salsa de tomate, etc.

En esta ocasión me he decidido por el roast beef porque compré un redondo de ternera de la parte de la espalda- una parte muy jugosa que en catalán llamamos de la llata– y lo dividí en dos partes: una para bridar y asar en forma de roast beef y el resto lo  hice cortar en trocitos y lo congelé. De esta manera, me salió más económica porque con una sola pieza  de carne podré hacer dos recetas distintas.

La verdad es que me ha gustado el resultado, no ha sido nada complicado acertar a la primera  ( eso sí, compra un termómetro por cuatro duros y acostúmbrate ausarlo) y creo que a mis amigos más carnívoros les va a encantar cuando vengan a casa cualquier noche de estas en la que esperamos disfrutar de estas magníficas noches de verano que ahora empiezan. Una terraza, un buen vino, una carne tierna y sabrosa harán el resto. ¡Buen provecho!