Un salteado de verduras es uno de los platos que más suelo hacer en el mes de enero, esa época en la que el cuerpo me pide que rebaje la ingesta de azúcares, grasas y algunos carbohidratos, como el exceso de pastas de harinas refinadas. Cuando lo hago, empiezo  sentirme más ligera, tengo digestiones menos pesadas y con el tiempo y un poco más de ejercicio, poco a poco, volviendo a la «normalidad», esa palabra que a fuerza de repetirla en circunstancias anormales ha perdido su significado.

salteado verduras huevo

Precisamente, la receta de salteado de verduras que os presento hoy responde a esa necesidad de amoldarnos siempre a las circunstancias. Este mes en  el que empezamos nuestro segundo año de convivencia con el virus,  está batiendo todas nuestras expectativas de incertidumbre e incredulidad. Jamás pensé que tuviera que vivir una de las épocas más complicadas de los  últimos 70 años o, lo que es peor, que la tuvieran que vivir mis hijos.  A la situación de pandemia, se le unió esta última semana una borrasca histórica que dejó a muchos ciudadanos sin luz, lo que significa sin nevera y sin congelador, además de muchos otros electrodomésticos, y estantes de supermercados vacíos o sin lo preciso para algunas recetas. He aquí el momento de recordar el valor de una despensa con alimentos básicos y un cajón de la nevera bien resuelto.

salteado retocado

A mí no me tocó vivirlo en primera persona, pero si lo vivió en Madrid mi hija mayor, que es lo más doloroso para una madre. Obviamente, la situación mejoró en pocos días y las colas y el desabastecimiento tan solo han sido una más de las muchas catastróficas desdichas a las que nos tendremos que ir acostumbrando para aprender a prever, a olvidarnos de esa falsa seguridad a la que nos tenía acostumbrados estas últimas épocas de bonaza económica. Las hormigas lo saben, la naturaleza lo sabe, nuestros mayores que pasaron muchas calamidades, también. Por eso hoy os dejo con un plato básico que vosotros podéis retocar o adaptar a vuestra manera, tal y como se lo expliqué a mi hija este fin de semana, para que pudiera aprovechar restos de verduras y conseguir un plato completo aún en la peor de las situaciones. Buen provecho!