Encaramos la segunda gran cena de las navidades con uno de nuestros platos favoritos: la terrina de salmón con salsa tártara. En esta ocasión, para la cena de fin de año vamos a hacer algo un poco  más sofisticado, pero igualmente fácil. Llegados a este punto, le apetece a uno comer algo más  exquisito y  frugal. Pero, no siempre hay presupuesto para mariscos, caviares, quesitos y foies.  A decir verdad, tampoco nos quedan muchas ganas de pasar horas en la cocina. Para cuando  lleguen los invitados una/o ha de estar tan listo, guapo y bien arreglado como los demás comensales.

Así que, en esta ocasión, te cuento lo que hago yo en días así: preparo esta terrina de salmón ( puedes hacerla de mil pescados y mariscos) por la mañana y dejo que se  enfríe en la nevera. Es una buena, sabrosa y económica opción como entrante facilito y resultón.  Ya sabes que a nosotros nos gustan mucho los pasteles o terrinas y hemos preparado ya unos cuantos. A saber:

La terrina de carnes y espinacas con fruta seca al Oporto

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El pastel de pollo y verduras

pastel del pollo del caldo

 

En realidad, esta receta que hoy en día te parece mil veces superada, fue todo un hit en su época. Allá por el año 71, justo cuando estaba de moda la Nouvelle Cuisine y nuestros cocineros vascos, con Arzak a la cabeza, nos sorprendían con pasteles de cabracho preparados al modo de esta humilde terrina de salmón. Así que, ya sabes, si te decides a hacerlo, explica la historia del pastel de cabracho de Arzak y te harán la ola:)))