Calçots Toñín

La tortilla de calçots es, como todas las tortillas, una cuestión de huevos. Buenos huevos, unas cebolletas o, en nuestro caso, calçots,  unos restos de bacalao, otros de butifarra negra  con un poquito de pimiento verde y darle a la mano para batir- poco- con gracia, es todo lo que necesitas para un almuerzo o cena de rechupete. ¿No me digas que no es fácil y apetecible esta tortilla de calçots?

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El tema está en que a más de uno le puede sorprender ver una «tortilla de calçots«, cuando en realidad esta cebolla enterradita – calçada- con todo el mimo y la constancia del pagès , no es más que una cebolla dulce que puedes utilizar para hacer infinidad de platos. No solo de calçotades vive el catalán:) ¿Has probado hacerlos envuelto en jamón y pasados por la plancha con una vinagreta original, en tempura, por supusto, con su salsa ad hoc, añadirlas a guisos, cremas,  o hacer flanes salados de verduras y calçots ? Para todo lo que imagines y quieras hacer con cebolla, en invierno, siempre habrá un buen calçot.

Pero estamos en fechas especiales , ¿y qué mejor, para este jueves larderoDijous gras, por estos lares- que una buena y redonda tortilla para celebrar  que el Carnaval da su pistoletazo de salida con toda su cohorte de mascaradas, butifarras, huevos, chicharrones, cocidos potentes y toda guisa de condumios porcinos para darse un atracón que te permita llegar a la Cuaresma con buenas reservas.

De todas maneras, si eres de los que está preocupado por su analítica y te importa un bledo lo de la tradición gastronómica, no hay problema. Quítale la butifarra negra y te quedará una tortilla casi, casi a 0 calorias. Todas las recetas no son más que sugerencias, pero tú eres quién decidé cómo hacerla.

Te cuento cómo la hemos hecho y tú decides! Feliz Carnaval, cocinillas!

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