Cuando llega este tiempo retomo las recetas dulces, casi todas son bizcochos u hojaldres que hago en el horno pensando más en las meriendas de mis hijos que en los postres, de los que soy muy poco partidaria, salvo en ocasiones especiales.   Casi todas ellas son muy fáciles, en una hora tienes un alimento ideal para aquellos niños- y los que no los son tanto- que han de pasar muchas horas fuera de casa o tienen un gasto energético importante. Recuerdas, por ejemplo,  este bizcocho de yogurt, higos y nueces que hicimos el otoño pasado?  Una merienda de lo más nutritiva.

Antes de recurrir a la  repostería industrial, llena de grasas de origen desconocido y montañas de azúcar refinada,  piénsatelo bien y ponte manos a la obra con meriendas ricas y fáciles como la que te preparamos hoy.

En realidad,  esta es  de esas muchas recetas de aprovechamiento que surgen simplemente rebuscando por la nevera. En este caso,  hay cuatro elementos básicos: una masa de hojaldre ya preparada ( siempre tengo en el congelador. Dan mucho juego), una mermelada casera hecha por mí este verano a partir de cherrys naranjas, naranja y especias,   un requesón/ yogurt o lácteo suave  que tienen  mil usos en la cocina,  y unas almendras filetadas o enteras que no pueden faltar en mi despensa junto con las avellanas o cualquier otro fruto seco ( si pinchas en este link te explicamos donde encontrar los mejores en Barcelona )

Mermelada de cherrys con naranja y especias.

Con estos cuatro elementos básicos se pueden hacer combinaciones infinitas de meriendas o finales dulces que todos te van  agradecer. Apúntate al homemade  también en la cocina, tu salud y la de los tuyos te lo van a agradecer.