Esta crema nos encanta por varias razones. En primer lugar es terriblemente ligera y sabrosa, por el dulzor de las zanahorias y el punto crítrico que le aportan las mandarinas. Es nutritiva  y muy saludable ( no lleva nada de grasa en forma de nata líquida), está hecha , como siempre, con productos frescos y de temporada, en su momento óptimo, es muy fácil, gusta a toda la familia y, en especial, a las señoras que desean que su dieta esté llena de antioxidantes,  con buenas dosis de vitaminas A y C que rejuvenezcan su piel.

Creencias sobre milagros a parte, yo os la recomiendo para empezar a disfrutar de una de las frutas que más nos gustan de este periodo frío que se nos avecina.  Para prevenir, ya sea envejecimientos prematuros o resfriados, lo mejor es empezar por una buena despensa llena de productos frescos. No sé si estas recetas detendrán el  paso del tiempo en nuestro organismo, pero sí le ayudan a sentirse mejor y a no saturarlo con medicamentos innecasarios. Espero, pues, que te guste nuestro delicioso plato de cuchara. Ya nos contarás:)