Mejillones. ¿Cómo los quieres? ¿De tamaño más grande, de las costas gallegas, criados en Batea? ¿Pequeñitos como pipas , mejillones de la Bretaña francesa llamados Bouchot? ¿O te gustan los mejillones de un tamaño medio, de los que empiezan a aparecer en su momento óptimo a partir de mayo provenientes de las muscleras del delta del Ebro?

En realidad, todos los mejillones citados aquí son buenos y casi todo el año los encontramos en el mercado, pero no le sacamos el partido suficiente, quizás porque no se nos ocurre nada más que la simple y clásica receta de unos mejillones al vapor y como acompañantes de guisos y arroces.

Este marisco humilde, sin embargo, casi siempre muy barato, una vez vencida la pereza de tener que lavarlos con un poco de tiempo- hay que quitar las barbas y rascarlos un poco- es muy versátil y puede prepararse de mil maneras. De hecho, tengo ganas de aprender algunas recetas belgas o francesas para completar mi selección de recetas con mejillones que ahora voy a intentar desgranar en este post.

Con todo, hoy mi objetivo principal es recalcar que los mejillones son muy interesantes desde el punto de vista nutricional, muy bajos en calorías y asequibles para todos los bolsillos. Cuando los prepares, sobre todo abiertos al vapor – con o sin ajo, con o sin vino blanco y laurel, con media rodaja de limón, etc- hay mil variantes- no tires el caldo que van a dejar al abrirse porque, bien colado, es un fumet estupendo para tu próximo arroz, salsa, guiso o crema. En este link podrás acceder a una receta como ejemplo del reciclaje de nuestros mejillones:

Cazuela con patatas, pescadilla, salsa de mejillones y huevo poché. Un plato único de esos que gustan a todo el mundo y son fáciles de hacer.

Por otra parte, si ves que te sobran, intenta guardarlos en su cáscara ( lo único que debes tirar) y en su jugo de cocción en la nevera y, al día siguiente, puedes añadirlos a una ensalada de verano con un buen picadillo o hacer el clásico escabeche rápido que luego te explicamos más abajo.

De todas formas, si no eres amantes de los sabores ácidos y odias el vinagre, aquí os dejamos algunas otras alternativas para preparar mejillones de una forma rápida y sencilla.

Mejillones con chimichurri