Después de tanta comilona navideña, ¿a que  te apetece algo simple, suculento, pero sencillo?  Entonces, quieres una tortilla de espárragos.

Evidentemente, es una broma, pero sí es cierto que los huevos hechos de una forma sencilla empiezan a ser necesarios depués de tanto condumio potente y la tortilla de espárragos tiene la ventaja de que a penas hay que hacer nada más que saltearlos un poquito o, a lo sumo, quitarles con un pelador la parte más leñosa.

Los huevos- hay que acordarse de ellos más a menudo–  dan tanto juego que es imposible no sacarles partido. Son una de las mejores proteínas que tenemos a nuestro alcance, aquella que siempre sienta bien, a no ser que se tenga alguna intolerancia especial o alguna patología que lo desaconseje. Un huevo frito con patatas o alcahofas,  poché, mollet, cuajado en un poco de tomate  junto con  cuatro guisantes y un poco de jamón, un huevo revuelto con champiñones o ajetes…. Yo los adoro de todas las maneras.

Nuestra manera más tradicional es emplearlos en tortillas, pero en este blog iremos enseñando las mil y una formas de cocinar este comodín imprescindible en la cocina. De momento, os dejamos la receta de una tortilla  de espárragos muy rica con productos sencillos, pero de un gran sabor. Toma nota!