Bonito con salsa de tomate…. ¿Hay algún plato de pescado azul en esta época del año más tradicional, y, sin embargo,  más olvidado y menos elaborado en las cocinas domésticas? Y ya  no digamos ya en las cocinas profesionales.  ¿Por qué ya no encontramos en las cartas de los restaurantes llamados a sí mismos de «cocina marinera» bonito con salsa de tomate, marmitako de bonito o sorropotún, como se le llama en Cantabria, bonito encebollado o en escabeche casero? Ya solo tenemos la oportunidad de comer ventresca de bonito envasada en aceites  casi siempre de una calidad media, con tomates aún peores y pagar la ensalada a precio de oro. Pero eso es todo cuanto por estos lares sabemos del bonito. El mejor de todos es el de Burela, en Lugo, y el de Celeiro, donde se pescan con anzuelo uno a uno unos ejemplares enormes y se celebra una fiesta que tiene miles de visitantes. Allí lo comerán a la parrilla, en empanada o en guisos diversos, pero el Mediterráneo es reticente a este pescado azul.

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Obviamente, no tiene nada que ver en su calidad, pero si en sus cualidades nutricionales  y, si se sabe guisar bien, puede ser un manjar veraniego perfecto. El tamaño del bonito mediterráneo es menor y la mejor época son los meses de junio y julio, cuando los veréis en las pescaderías y en las lonjas a precios relativamente asequibles, si el mar lo permite. Nosotros, como buenos amantes del pescado azul, os traemos hoy la receta más sencilla del mundo: bonito con salsa de tomate y berenjenas. Pero, cuidado! Cuando un plato solo tiene tres ingredientes es porque los tres han de estar perfectos. Buen provecho!