Aunque estemos al final del verano, el calor en este rincón del Mediterráneo se empeña en no dar tregua. El sol de estos últimos días nos empuja a seguir consumiendo muchos productos frescos para combatir estas altísimas temperaturas. Sin embargo, el ciclo del tiempo sigue imparable y los nuevos alimentos del otoño asoman en los mercados: uvas, higos, frutos secos, trufas, caza, las primeras granadas, las extrañas calabazas, las sugerentes setas.
Lentamente, la luz cegadora de la canícula se acerca hacia el declive otoñal que, poco a poco, se reflejará también en nuestra cocina. La temporada próxima nos llevará hacia platos suculentos, lentos, oscuros, fragantes. Pero, de momento, puesto que hay que ir con el ritmo de los días, os proponemos una manera facilísima de disfrutar de los higos, una fruta muy presente en la cocina tradicional catalana ( maravillosos pato rustido con higos!) y con la que damos el pistoletezo de salida a este nuevo ciclo.
Como siempre, os recordamos otras recetas que hemos hecho en este blog con higos, por si te apetece ponerlas en práctica:
Tartaleta de hojaldre con higos
Couscous con higos, nueces, manzana y yogurt