Una focaccia de parmesano, de cherrys, de cebolla, de tomillo y aceitunas, de jamón y queso…..¿Cuántas variantes conoces de este pan italiano tradicional que se prepara tan fácilmente que no es necesario ser un experto panadero, ni disponer de ningún utensilio carísimo ni especial para hacerla en casa? Pues, desde ahora podemos decirte que este pan, sencillo y agradecido, puede hacerlo hasta el más inexperto cocinillas y que su resultado es fantástico. Tan solo necesitarás un horno y algo de tiempo, como en cualquier tipo de masa. Ya sabes: las levaduras han de hacer su trabajo y necesitan un ratito para doblar en volumen lo que anteriormente has amasado. Por lo demás, los ingredientes básicos están en cualquier casa, pues este pan pertenece por derecho propio a la cultura gastronómica mediterránea que basa sus recetas en aquellos productos que la estación y la tierra nos ponen al alcance y donde el cereal y el aceite de oliva forman la triada mediterránea por excelencia junto con el vino.
Esta focaccia de parmesano, cherrys y romero es muy fácil de preparar y, ahora que llegarán noches más largas, quizás te apetezca encender el horno y prepararte tu propia focaccia para cenar acompañada de algunos embutidos, un poco de ensalada con escarola, roquefort y nueces, de col y manzana, de judías verdes y anchoas, quizás para acompañar una crema de puerros…
Quizás, incluso, le irá de perlas a alguna buena conserva o un poco de pescado desalado. Imagínate esta focaccia como aperitivo con unas sardinas en aceite de oliva y unos tomates aliñados con sal y albahaca, un buen bonito con pimientos del Piquillo, unos boquerones aliñados, un poco de bacalao ahumado, un salmón marinado con eneldo y alcaparras, un puñado de olivas, un buen jamón de Parma o de Guijuelo, etc, etc
Nuestra vichissoise o crema fría de puerros
Se nos hace la boca agua. ¿A ti no? Pues buen provecho!