Hoy os presentamos una de nuestras recetas favoritas, uno de esos llamados platos de mar y montaña de los que hace gala la literatura gastronómica catalana, sobre todo la del Empordà, que es loca, audaz y suculenta. Puesto que no es ni la primera ni la última vez que hablaremos de ello, de momento os remitimos a la última de nuestras entradas en esta materia- las albóndigas con sepia y cigalas– por si queréis comparar técnicas e ingredientes. Veréis que se asemejan mucho en los productos que se utilizan y que ambas tienen en común esa majestuosa picada de frutos secos y chocolate negro que unifica y armoniza todos los sabores en un solo de una potencia inigualable.
Ivan Vila
febrero 21, 2019 @ 08:46
El secreto está en la picada !! Excelente receta muy yo en mi caso no le agrego zanahoria pero es un buen aporte. Una receta deliciosa. Te paso enlace por si quieres echar un ojo.
http://paladarmediterraneo.es/pollo-con-gambas/
Ines Butrón
febrero 21, 2019 @ 10:14
Gracias Iván. Ya sabes que la mayoría de las veces, cuando se cocina en casa, se suele improvisar mucho para aprovechar los ingredientes que uno tiene en la nevera. Quizás otro día no ponga zanahoria y añada cualquier ingrediente distinto en el sofrito o en la picada que, obviamente, es la clave. Ahora me paso por tu blog. Un saludo.