Tarta salada de calabacín, de espinacas, de tomates, de pimientos con bacalao, de berenjenas….  La infinidad de platos que puedes llegar a preparar con una base de hojaldre, cuatro huevos, nata líquida y las hortalizas del huerto es infinita. Nosotros hemos escogido en esta ocasión un trío infalible- calabacín, cebolla, queso brie- y le hemos añadido en el último momento unas rodajas de tomate para que quedara más gustosa y nos ha encantado el resultado, sobre todo a los más jóvenes de la casa. Ya sabéis lo difícil que es introducir verduras a diario en la dieta de niños y jóvenes, pero no cejéis en el empeño porque de los hábitos que inculquemos ahora en nuestros hijos depende su futura salud.

En cualquier caso, esta tarta salada de calabacín solo tiene un objetivo: sacarle partido a las hortalizas de nuestro huerto y disfrutarlas de tantas formas como sea posible. El verano es una ocasión perfecta para comer vegetales en abundancia, llenar tu organismo de salud porque la naturaleza pone a tu disposición cantidades ingentes de frutas, verduras, hortalizas. Da lo mismo si lo tuyo son las ensaladas, las sopas frías, los pistos, la verdura a la parrilla, las salsas rebosantes de color y sabor, o, como hemos hecho nosotros,  añadirlas a una tarta salada de calabacín ( bien podríamos haber hecho una focaccia, una pizza o una buena coca de aceite con los mismos ingredientes) porque lo importante es que aproveches el momento para cambiar tu dieta dándole un papel estelar a los vegetales de temporada, sanos, ricos y frescos, que después echarás de menos durante el invierno. Buen provecho!