El arroz con leche es uno de los postres que más gustan en esta casa. De hecho, para mí es más que un postre, es un plato completo. Tiene todo lo necesario para ser considerado una comida nutricionalmente completa: la proteína de la leche, algo de grasa de los lácteos que vamos a utilizar- la leche y la mantequilla, a veces un chorrito de nata-  un cereal perfecto y,  azúcar- la justa- que nos dará energía si tenemos un día en el que vamos a necesitar «combustible» , las especias como la canela- nosotros hemos utilizado alguna más-, los cítricos dejando su esencia en la leche y, si además,  le añadimos frutas  entonces  conseguimos la cuadratura del círculo. No hay nada mejor para una merienda infantil que encontrar un cuenco de arroz con leche tibio  y cremoso sobre la encimera de la cocina, al menos para la niña que hubo en mí.

Si buscáis entre las cientos de recetas de arroz con leche, veréis que, como en todas las recetas de origen popular, hay diversas variantes: hay quien utiliza mantequilla,  hay quien le da una cocción previa de 20 m. solo en agua para luego acabar de cocer el arroz en la leche, hay quien añade anís estrellado o cardamomo, además de canela, varían los cítricos- limón, o lima, tipos de naranjas-, se puede agregar algún licor como el anís, una bebida tan clásica en el recetario de postres español, incluso, algo de chocolate. Nosotros lo hicimos una vez y le llamamos risotto de chocolate. Le añadimos, además, un toque de naranja sanguina

Acompañado de nata montada y unas fresas, también nos pareció muy bueno.

En todas estas recetas el adjetivo que suele acompañar al titular es el de «tradicional«, pero ya sabemos que para garantizarlo alguien debería encontrar por escrito  la primera receta de arroz con leche de la historia, fecharla, incluir el nombre del recetario y el autor y, entonces,  le otorgaríamos el título de honor de ser la primera, genuina y auténtica «receta de arroz con leche», si es que eso tiene algún valor.

Pero como eso no suele suceder, al menos yo no tengo constancia de que esa rigurosa tarea se lleve acabo en la mayoría de las webs y blogs,  puesto que implicaría  investigar entre los libros antiguos de repostería, cada uno se apropia de la «tradición» que le viene bien y la eleva a los altares gastronómicos.  Lo único cierto es  que  «cada maestrillo tiene su librillo» y que, al final, cuando nos metemos en  la cocina para preparar un postre  casero cada uno  versiona la receta y la hace al gusto de los suyos y con los medios de que dispone. Esa es la grandeza de las cocinas populares: las variantes locales, regionales  e individuales, no la uniformidad.  Lo que de verdad importa es que ésta se transmita de generación en generación  y  que no haya que recurrir a soluciones industriales.

Dicho esto, quisiera mostraros algunas de las recetas de arroz con leche que se han hecho durante estos años de existencia de Atable.es para que veáis cómo nos gusta añadir fruta de temporada para coronar este grandioso postre.

Arroz con leche y compota de manzana

Arroz con leche con gelatina de fresas

Y,  cómo no, este arroz con leche que   hemos puesto en un molde para que lo disfruten aquellos a los que les gusta el arroz con leche un pelín más seco y bien frío. Con una base de galletas, casi tendrías una tarta de arroz con leche ya lista en un periquete.  El higo que lo corona es la gran fruta de temporada, por eso, si pinchas este link, encontrarás otras recetas que hemos hecho con ellos.

Os dejamos con los pasos para que podías repetirla y, sobre todo, para que le añadáis vuestro toque personal. ¡Buen provecho!