¡Sardinas, sardinas! En Cada mercado y cada lonja se oía la misma cantinela en verano, cuando llegaban gordas y sabrosas, chorreando grasa y alegría, calor y placer. Pero también, en un día triste y gris del pleno invierno la sardina cobraba protagonismo, aunque fuera para anunciarnos que la señora Cuaresma aprecería en breve.
El miércoles de ceniza, pues, ya está aquí, como cada año, y con él, el entierro de la sardina. La tradición ( gastronómica y religiosa, no nos olvidemos) dice que ha llegado el fin del Carnaval y que, a a partir de ahora, tocará apañárselas con pescado, seco o fresco, como manda la abstinencia cuaresmal A nosotros nos gustan más las sardinas en pleno verano, cuando en cualquier parte del litoral son gruesas, grasientas, deliciosas.
Una buena sardina no necesita nada más que una pizca de sal y una gota de aceite. Los malagueños lo saben con sus famosos espetos en la playa, pero también los pescadores de Matosinhos, en Oporto, o en cualquier lugar del Cantábrico, donde unas brasas y un poco de pan para apoyarla en una noche de verano es todo cuanto hace falta para ser feliz.
Con todo, hoy te proponemos que hagas cualquier cosa con las sardinas, menos enterrarla. Así que, ahí van unas cuantas recetas. Ya nos contarás:)
Arroz marinero con sardinas, chirlas y guisantes
En escabeche picante: con un buen toque de pimentón de la Vera picante. Las más atrevidas. Os explicamos la receta:
De 4 a 6 sardinas dependiendo del tamaño.
3 o 4 dientes de ajo
Harina
Pimentón de la Vera un poco picante
Vinagre de vino tinto o de Jerez en el caso de que busquemos un gusto algo más suave.
Granos de pimienta negra
2 o 3 hojas de laurel
Aceite de oliva
Preparación:
En una sartén con aceite de oliva caliente freír las caballas rebozadas en harina y dejar reposar sobre una bandeja lista para el escabeche. En la misma sartén en la que hemos frito las caballas, dorar las láminas de los ajos, las hojas de laurel, los granos de pimienta, el pimentón -con mucho cuidado de que no se queme- y el chorro de vinagre. Una vez reducido todo esto, volcar en la bandeja donde hemos puesto las sardinas y guardarlo en nevera hasta una semana. Cuanto más días pasan, más buenas están.
Coca de cebolla caramelizada, sardinas y uvas.
Cazuela de sardinas con hierbabuena y limón
Al horno con limón, hinojo y cilantro: una fácil receta para hacer al horno y no tengas que vértelas con las quejas de tus vecinos tiquismiquis. Una receta sencilla inspirada en la deliciosa cocina griega.
Al horno acompañada de apio, cebolleta, limón , orégano y un buen aceite. Listas en 7 m.
,Bocadillo de sardinas en escabeche, con espinacas, tomate y piparras. Quién dijo que no valen unas buenas conservas? Reivindicando las humildes latas hemos preparado estas recetas.
Bocadillo de sardinas con tomate a la plancha y olivada
Empanadas con huevo y pan rallado. Así las hacía mi madre en invierno, cuando estaban más secas y eran más pequeñas. Y así las voy a hacer yo hoy, porque lo siemple, si bueno, dos veces bueno.