Comer espinacas al menos una vez por semana es una de las costumbres que en esta casa se cumplen casi casi a rajatabla. En realidad, no se trata tanto de comer espinacas como si fueras un Popeye cualquiera, sino más bien de introducir verduras de hoja verde de cualquier modo para tratar de apropiarnos de sus beneficios nutricionales. Más de una vez lo he comentado en este blog, para nosotros comer adecuadamente no se trata de  restringir – a no ser que tengas un tipo de patología que lo recomiende- sino de añadir a tu cesta semanal todo aquello que te proporcione el mercado en cada temporada. Por eso, en este invierno que ahora se acaba no nos han faltado un buen manojo de acelgas que hemos comido con garbanzos, en el clásico potaje de vigilia  que pronto os explicaré.

Col de todas las formas que se nos ha ocurrido, como en este clásico trinxat de col con nuestro toque de queso crujiente.

En hatilllos rellenos de carne y salsa aurora. Un gran platazo que te hará ver la col de otra manera.

El bróquil es una de esas verduras que acompaña o sirve para montar un primer plato sabrosos al que tú le puedes dar un plus de sabor para enganchar a los más reacios de la casa, como en este bróquil con salsa de queso y frutos secos. Es una forma de aprovechar los trocitos de queso que van sobrando por la nevera, los fundimos en una sartén con un poco de leche evaporada, un poco de pimienta, nuez moscada, si te gusta, y un toque crujiente. En este caso, hay cacahuetes con chile picantes y sésamo negro.

Pero, sin lugar a dudas, son las espinacas la reina de esta casa, por su versatilidad, por su sabor, porque las tenemos todo el año a nuestro alcance, bien en brotes para hacer ricas ensaladas, en bolsas ya limpias que facilitan su manejo en cocina o, para los más previsores, congeladas. Nunca sabes cuándo las vas a necesitar…

Tortilla de espinacas, salmón u y queso crema

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Fijaos en esta  combinación de espinacas, búlgur, fresas y langostinos

Pero, si queréis triunfar de verdad, coge de la masa que más os guste y preparad alguno de estos dos platos: masa filo con espinacas y feta, un clásico de la cocina griega.

O  la tarta salada de espinacas , queso feta – puedes utilizar el que más te guste-, panceta y piñones. Un recurso para cenar en familia una buena dosis de verdura o para compartir en un picnic. Os dejo la explicación por pasos. Buen provecho.