Conil, Cádiz. Foto de Pedro Leal.
La vuelta al trabajo es un suplicio, es cierto. Nadie está preparado para soportar los madrugones, las carreras, las agendas llenas, las neveras vacías…. Para lo primero no tenemos una varita mágica, para todo lo demás la clave está en la organización. Seguirás soñando con tus días de relax, pero una buena planificación de lo fundamental hará que lo inevitable sea más llevadero. Por eso, antes del inminente final de las vacaciones, te dejamos algunas recetas e ideas para que tu vuelta al trabajo no se convierta en un martirio y, esta vez sí, tu vida esté un poco más ordenada. ¿Pretencioso? Pues los hay que se han tragado – ¡y pagado!- para que Perogrullo les explique que el órden ayuda a ser feliz:), así que empecemos por el principio e intentemos que este curso sea ese año en el que , por fin, tu nevera no sea una simple pizarra para colgar los números de los take away del barrio y seáis capaces de comer sano organizando mejor tus tuppers, las cenas de tu familia, la compra semanal, la despensa y todas esas cosas que tan felizmente habías dejado atrás. Vamos por parte.
–Lo esencial para la vuelta al trabajo es partir de cero. Es decir, en la nevera y en el congelador no debe quedar nada pasado, caducado o inútil. Por lo que debes dar un repaso exhaustivo a lo que dejaste dormitar en el fondo durante años y tirarlo a la basura cuanto antes.
–Una vez tengas la nevera y el congelador como los chorros del oro, llénala cada semana con producto fresco y de temporada que puedes comprar en una sola mañana siempre y cuando te hagas una lista de básicos ( huevos, quesos, los embutidos que te gusten, hortalizas, verduras, fruta) y otra con aquellos productos que preveas que vas a gastar en un plazo máximo de tres días ( carnes, pescado). El resto, es mejor que vaya directamente al congelador si no sabes cuándo lo gastarás.
— La despensa, en cambio, contiene productos no perecederos de larga duración, por lo tanto en ella no deben faltar harinas, cereales de todo tipo, arroces o pastas, encurtidos, frutos secos, pan rallado, sal, azúcar, aceites, conservas de calidad, etc. Si llenas ambas cosas con sentido común, podrás improvisar siempre alguna comida cena rápida o un tupper para llevar a la oficina. Incluso un aperitivo para celebrar la vuelta:)
Gilda con boquerones y tomates secos
Ensalada de lentejas beluga con codornices escabechadas en conserva
Espaguettis al huevo con ajo, mejillones en escabeche y hierbas aromáticas
Ensalada de higos, nueces y queso cottage
Ensalada de lentejas beluga con verduras asadas y huevos de codorniz
—Cuando vayas a comprar, no lo hagas nunca a última hora, ni cuando tengas mucha hambre. Haz una lista y busca un momento de tranquilidad para poder observar si la lista que te habías preparado necesita cambios de última hora. No es un decreto ley. La única ley la manda el mercado, tu presupuesto, el tiempo de que dispongas y de tus recursos culinarios para salir airosa con cualquier producto. Cuando paso por las paradas, mi cabeza se entretiene en cosas como estas. Por ejemplo: la merluza tiene mal aspecto, en cambio este bacalao fresco sale bien de precio. Puedo pedir que me lo hagan en lomos y hacerlo a la romana una noche con un poco de bróquil al vapor. La ternera no es la que yo pensaba, pero la presa ibérica está sublime. Más abajo veo unos puerros con los que hacer una buena sopa con tropezones de pan o unas chips de alcachofa, si tengo tiempo…Si no puedo, nos las apañaremos con unos huevos con alcachofas y jamón o una tortilla de algo.
Tortilla de espinacas, salmón ahumado y queso crema
Sopa de puerros con migas de chorizo y chips de alcachofa
—Ceñirse a un presupuesto es muy importante. La cuesta de septiembre es tanto o más horrorosa que la de enero porque la vuelta al cole es carísima y la Visa echa humo después de los muchos homenajes que nos hemos concedido estos días. Así que lleva el dinero en efectivo y cuando veas un queso muy bueno , pero muy caro que te hace ojitos, déjalo para Navidad y apáñate con uno más humilde.
Champiñones rellenos de rulo de cabra y jamón:
—Involucra a todos los miembros de la familia: los productos procesados, además de ser una “verdadera arma de destrucción masiva” ( me horroriza lo que he visto comer a los niños durante estos días y el problema de salud tan gravísimo que se nos viene encima), pueden ser sustituidos por otros que hagas en casa con ayuda de todos. Rellenar unas empanadillas de atún, tomate y huevo y hacerlas al horno es un juego de niños:
Pizza casera de queso de cabra, calabacín y bimis. Tú compra sólo la base y aprovecha en la pizza todas aquellas verduras y quesos que tengas por la nevera. Es más sana y es una buena excusa para que todos se metan en la cocina.
— Con todo, hay básicos de las despensas que debemos a la industria agroalimentaria que nos ha permitido comer, por ejemplo, legumbres ya cocidas que dan mucho juego en la cocina. En casa nunca faltan:
Nuestra crema fría de judías blancas.
Nuestra ensalada de garbanzos, gambitas y tomate cherry
— Si te atreves y te lo puedes permitir, está muy buena mezclándola con algo de bacalao y mejillones en escabeche con cuyo aceite y alguno de ellos puedes hacer una original mahonesa:
–Unas patatas para cocer en el microondas y salmón o bacalao ahumado:Patatas a la crema de salmón
La vuelta al trabajo conlleva sedentarismo. Ya no vamos a pasear tanto, ni podemos montar en bicicleta tanto como antes, ni nadar a todas horas, por lo que las comidas de oficina tendrán que ser frugales, adaptarse al poco gasto energético. Casi todo el mundo tiene en mente una buena ensalada de pasta o de patata, pero tal vez es el momento de llevar también otras preparaciones más ligeras, como este babaganoush, granada y queso feta. Lo único que tienes que hacer en esta receta es triturar unas berenjenas asadas, poner algo de comino,sal, una gota de aceite de oliva virgen extra, pasta de sésamo, si tienes, un diente de ajo, algo de cebolleta y zumo de limón. Así de sencillo. Acompáñalo de queso feta y un poco de granada y algo de pan tostado para acompañar.
–La vu
Ensalada taboulé de berros, espinacas y langostinos
Ensalada de invierno con bróquil, ajetes y salsa de queso
— Si te ves obligada a hacerte un bocadillo, piensa en las mil y una opciones de un buen pan y un buen acompañamiento. ¿Qué tal un bocata de sardinas en escabeche con unos tomates a la plancha y unas piparras? Tenemos un post con otras ideas igualmente buenas para preparar bocadillos originales que puedes leer pinchando este link.
–Las mejores recetas para la vuelta al trabajo serán siempre aquellas que se adapten a nuestro estilo de vida y nuestro tiempo. Hay que ser realista, si no dispones de horas para hacerte un estofado de ternera a la cerveza negra, a lo mejor te bastará con unos filetes rusos, mucho más sencillos, baratos e igualmente nutritivos. Nunca pienses que por no gastarte una fortuna vas a comer peor. Un filete ruso es carne picada aderezada con huevo, pan mojado en leche, algo de pan rallado y rebozado con más pan rallado y huevo. !Es tremendo! ¿Conoces algún niño de entre 3 y 100 años que no les guste este plato? A estos, además, les hemos añadido un poco de queso dentro.
–En definitiva, la vuelta al trabajo no es lo más agradable del mundo, pero siempre nos quedará el placer, si te lo propones, de volver a casa y cenar algo calentito: