Tomates en verano? Demasiado acostumbrados a la agricultura del plástico, dentro de poco habrá quién se pregunte esta perogrullada. Tomates en verano? Obviamente, sí. Muchos más y mucho mejores. Aunque la pérdida de la estacionalidad de los productos es una realidad de consecuencias muy graves, siendo un poco observador y, por descontado, intentando salir del ámbito de las grandes superficies, observaremos que el tomate reina en pleno agosto.
Se amontonan en los mercados, en las puertas de las tiendecitas de barrio, revolotean las moscas esperando que los más maduros chorreen algún néctar en el que valga la pena posarse y morir. Los compran los pobres y los ricos, estos últimos buscando siempre la redondez absoluta de un tomate inmaculado , a los sumo, aceptando las imperfecciones del tomate con pedigrí, o los que venden por supuestamente ecológicos, tan aboyados, malos y feos como los primeros, pero mucho más caros.
La ruptura de la tradicional estacionalidad de los productos conlleva consecuencias, tanto para el consumidor, que no encuentra un alimento de calidad en su momento óptimo, como para la propia cultura gastronómica, patrimonio cultural e identitario de un pueblo, que se basa en la transmisión oral y en el conocimiento del ritmo circular que impone la vida temporal de los alimentos. Pese a todo, los tomates son para mí el símbolo del verano y este blog no podía dejar de reunir algunas de las recetas que hemos elaborado a partir de esta fruta que llegó de América para dar color y sabor a la monotonía monocromática de nuestra cocina medieval.
He aquí pues, unas cuantas recetas con mucho tomate . Prometemos muchas más. Buen provecho!
La ensalada de tomate, judías verdes y queso cottage con anchoas de Santoña
La clásica ensalada griega con bombones de queso feta
El tomate relleno de búlgur y hortalizas de verano
Tomate relleno de arroz, marisco y mahonesa de hierbas
Confitados, aprovechando la abundancia de hierbas aromáticas. Perfectos como guarnición, en cocas, pastas o cualquier otra cosa que se nos ocurra
En mermeladas. Fantásticas para aromatizar a nuestro gusto y acompañar tablas de quesos o postres:
Y cómo no, en todos aquellos platos que requieren una buena salsa de tomate casera:
Rollitos de berenjena con queso feta y tomate
Y, por supuesto, en grandes platos de pasta:
Sin olvidarnos, por supuesto, de las grandes sopas frías preparadas con tomate: he aquí nuestra versión “caprese” del gazpacho, simplemente añadiéndole mozzarella y unas aceitunas negras.
O esta simple sopa de pan con tomate y cerezas con un toque de leche de coco. Refrescante, fácil y original: